Terminó el año, una buena parte
del cava y del turrón ya se ha consumido y mientras
esperamos la llegada de los Reyes Magos, nos encontramos con
que, el simple hecho de dar al interruptor de la luz nos
resulta más caro que el día antes. “Manda huevos, que diría
en su momento Trillo”.
Como es lógico, el regreso de unas vacaciones como estas
lleva en sí mismo el tener que viajar y si lo haces en tren
mal, porque ya ha subido el AVE, los recorridos de larga
distancia o los recorridos de cercanía, pero si lo haces por
carretera, también, mal, por cuanto los peajes han subido,
se dejen o no cerrar las rutas cuando nieve.
En estos momentos, hablar de subidas es hablar del mismísimo
diablo, por cuanto no hay ninguna de ellas que sea inferior
al 3.5%, mientras que aquello que, también afecta a un buen
número de personas, como son las pensiones, se tendrán que
conformar con el 2.5%, escasamente.
Yo no sé como los políticos responsables de la economía de
este país se van a ver para hacer la cuadratura del círculo
que pretenden realizar, cada vez que intentan justificar
algo. Aquí lo van a tener muy crudo.
Estos próximos días, es posible que sí logren camelar al
personal, hablando de la bajada de la bombona de butano y
pasando por los ojos, cada vez más, las rebajas que en casi
toda España comienzan el día 7, y que en Andalucía han
comenzado ya el día 2. Poca cosa.
Fuera de estos dos “engañabobos” el responsable de la
economía de este país lo va a tener crudo, para poder
convencer a nadie, cuando se le está tocando el bolsillo, y
eso se nota, desde hace varias semanas, por el tono de voz
gangosa y como acatarrada que se le ha puesto al hombre de
los “números” para la bolsa de la compra.
¿Cómo llegan a Ceuta estas noticias? Yo creo que exactamente
lo mismo que a mi pueblo, pensando que incluso con la subida
de los autobuses, si no hay arreglos por otra parte, a
cualquiera le va a costar más ir, simplemente a clase, o al
trabajo diario, por el simple hecho de tener que hacer uso
del servicio público.
Los expertos en números, que se han quedado casi todos ellos
en paños menores, con la evolución de la economía a lo largo
de los últimos meses, ahora como un brindis al sol más,
empiezan a confiar en que con la subida al poder de Obama se
puede notar y puede dar algún tipo de giro la economía. Una
forma de ver la realidad sin creérsela ellos mismos.
Es lo que podemos decir, hablar por hablar, por cuanto aquí
no va a existir una varita mágica que en dos jornadas cambie
lo que se fraguó en varios años.
Con Obama, o con su señora madre, las dificultades serán las
mismas, y si hay alguna mejora, esa será en su país, si
acaso, mientras que los demás, como siempre, se quedarán
mirándose el ombligo, que es lo que vienen haciendo desde
décadas, hasta hoy mismo.
Y, también, para esto puede haber la receta de la vieja,
como es ir a pie en vez de marchar en tren o en autobús,
coger la carretera simplemente en vez de la autopista de
peaje o no encender la luz antes de que se haya puesto el
sol, pero claro eso se puede hacer cuando vas a visitar a la
vecina del barrio, mientras que para ir de Barcelona a
Valencia, o de Sevilla a Algeciras, la abuela no recomendará
jamás cosas tan disparatadas. Es el año 2009.
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