A diario los trabajadores de Acemsa, la Empresa de Alumbrado
Eléctrico, la de autobuses Hadú Almadraba o de Urbaser
desempeñan su labor en la barriada del Príncipe Alfonso. El
pasado martes el comité de empresa de éste última entidad
suspendió la actividad de los operarios, tras la agresión a
un trabajador, hasta que no se garantizase la seguridad. El
presidente de la barriada, Laarbi Mohamed, lamentó la
gravedad de este hecho si bien aseguró que con frecuencia
“se criminaliza” a la barriada. Además considera que el
mismo suceso en otra zona de la ciudad “no hubiese tenido la
misma repercusión”.
La vida de la barriada del Príncipe Alfonso se ve salpicada,
de vez en cuando, por titulares de prensa en los que casi
siempre aparecen hechos negativos que han sucedido en la
zona. Las últimas líneas que se escribieron en las páginas
locales hacían referencia a la agresión que sufrió un
trabajador de Urbaser el pasado martes presuntamente a manos
de un hombre que había sido detenido en 19 ocasiones y que
contaba con antecedentes policiales por violencia. Una
persona que según fuentes vecinales ya está en libertad lo
que ha despertado la indignación en la barriada. Palabras y
expresiones como “hecho puntual” o “pagan justos por
pecadores” se escucharon tras el suceso de boca de algunas
de las partes afectadas. Sin embargo los representantes de
los trabajadores suspendieron las actividades en la zona
porque afirmaban que, aunque no tan graves, sí que habían
sucedido en diferentes ocasiones otros sucesos en la
barriada. Entonces, ¿es el Príncipe un lugar seguro para los
trabajadores? Los representantes de los trabajadores en
Acemsa, la empresa de Alumbrado, los autobuses Hadú
Almadraba o la propia Urbaser tienen respuestas bien
distintas. El presidente del comité de empresa de Urbaser,
Rafael Castillo señala que en estos momentos, “hay una
completa normalidad” en la barriada. Y es que tras la
agresión los representantes sindicales decidieron suspender
las actividades en dicha barriada hasta que no aumentasen
las medidas de seguridad. Tras algo más de 24 horas de parón
volvieron a trabajar en la zona después de que se acordase
en una reunión con las diferentes partes afecatadas que la
brigada cívica acompañaría a los operarios de Urbaser en la
zona. Castillo apunta que desconoce si esta tranquilidad que
se respira es fruto de estos ‘escoltas’, si bien defiende
las medidas que se tomaron tras la última agresión “porque
no se puede trabajar con temor y ya habían sido varias las
cosas que habían sucedido”. Hechos como lanzamientos de
piedras o robos a algún operario que se han dado en la
barriada “y que normalmente no tenemos”, sostiene Castillo.
“Es una pena que gente que cumple sus obligaciones se vean
implicadas en este tipo de asuntos aunque nosotros
afortunadamente, no hemos tenido ningún problema”. Con estas
palabras el presidente del comité de empresa de Acemsa,
Manuel Luque, lamenta la agresión al trabajador de Urbaser
pero sostiene que los operarios de la empresa no han sufrido
ningún tipo de incidentes en la barriada. Luque señala que
la actividad que desarrollan es similar a la de otras zonas
de la ciudad “y al estar las 24 horas de servicio vamos al
Príncipe casi diariamente”.
Una reflexión similar a la que lleva a cabo el delegado de
Comisiones Obreras en la Empresa de Alumbrado Eléctrico de
Ceuta, Manuel Ortega. Ortega asevera que los trabajadores de
esta empresa tampoco han sido protagonistas de ningún
incidente, “al revés, los vecinos nos ayudan muchas veces
cuando por ejemplo necesitamos encontrar un domicilio”.
Además apunta que sólo cuando se va a cortar el suministro
eléctrico van acompañados de agentes de policía “pero
únicamente por prevención”.
Bajas laborales
El presidente del máximo órgano representativo de los
trabajadores en la empresa Hadú Almadraba, José Molina,
declara que los operarios de la entidad también trabajan en
estos momentos sin incidentes. Sin embargo señala que es
algo que sucede desde hace unas tres semanas, cuando se
cambió el recorrido del autobús del Príncipe y aumentó la
presencia policíal.
Y es que Molina asegura que antes de este periodo la
situación era bien distinta. Las pedradas, los insultos y
las amenazas eran algunos de los fantasmas que sobrevolaban
sobre la cabeza de los conductores cuando iniciaban su
turno. De echo asegura que algunos conductores “se han dado
de baja para no trabajar en la línea”. Según el
representante sindical el problema radica en los jóvenes ya
que afirma que desde que comenzó el curso escolar se han
repetido los incidentes en la línea, y tal y como señala “el
90 %” de los sucesos estaban protagonizados por escolares.
“Antes -continúa- los incidentes sucedían tras las
vacaciones de Semana Santa, sin embargo este año han
comenzado al principio del curso”. Con este precedente
Molina confiesa que tiene la mirada puesta en la vuelta al
colegio de los alumnos, aunque confía en que no haya
problemas “y que los niños se mentalicen de que el servicio
les beneficia”. A pesar de ello para Molina en la barriada
“pagan justos por pecadores” porque por contra asegura que
si los conductores están seguros de algo al comenzar su
jornada laboral “es que en la línea no les va a faltar
dinero ya que todo el mundo que sube paga”.
Barriada “tercermundista”
‘De aquellos polvos vienen estos lodos’. Este es el refrán
que resume una parte de la conversación con el presidente de
la barriada del Príncipe Alfonso, Laarbi Mohamed. Y es que
el representante vecinal asegura que las diferentes
administraciones tanto locales como nacionales son las
responsables de que la barriada se encuentre en una
situación “de abandono” ya que considera que durante años,
mientras se construían las viviendas, “han mirado para otro
lado”.
“Ha crecido desordenadamente y la circulación es caótica, la
barriada está sobredimensionada, algunas veces los vehículos
de emergencia tardan una eternidad, seguimos viviendo en
casas ilegales, hay barreras arquitectónicas, no tenemos
zonas de ocio, ni pistas deportivas, ni equipamientos, no
tenemos nada”, resume. A la hora de buscar culpables echa la
vista sobre todo en las administraciones socialistas, aunque
asegura que con los gobiernos locales del PP “a duras penas
se ha mejorado la situación”. En su discurso Mohamed lamenta
la agresión al trabajador de Urbaser “que le podía haber
costado la vida y es verdad que tenemos muchas cosas, pero a
veces se criminalizan los hechos y si son en el Príncipe se
les da más bombo”. Algo que a su juicio también ocurre
cuando los afectados son de fuera de la barriada “pero
también los vecinos del Príncipe sufren agresiones y no se
trata igual el asunto. Hay que ser más serio”, zanja.
Además considera que el mismo suceso en otra barriada “no
hubiese tenido la misma repercusión”, de ahí que afirme . A
pesar de ello reconoce que a veces sí han sucedido hechos
graves de los que incluso confiesa que ha sido testigo como
el apedreamiento a un camión de bomberos “pero no es algo
frecuente y muchas veces se exageran”. Por todo ello Mohamed
asegura que muchos de los vecinos “se sienten abandonados
porque lo que ocurre aquí no sucede en ninguna otra parte”.
Mohamed califica la situación como “tercermundista” y
asegura: “me da tristeza vivir en estas condiciones”.
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“En el Príncipe todo el mundo paga. Nadie se escaquea como
en cambio sí sucede en otras líneas”
El presidente del comité de
empresa de los autobuses Hadú Almadraba, José Molina,
sostiene que los incidentes que han sucedido en la línea del
príncipe son “violencia por violencia”. El representante de
los trabajadores echa la vista atrás y recuerda cómo era la
línea hace apenas unas semanas cuando cuando se daban casos
de algunos conductores “que se han dado de baja para no
hacer la línea porque al empezar el turno no sabías lo que
te iba a tocar”. Y es que Molina sostiene que al principio
de curso comenzaron a ser frecuentes los problemas.
“Pedradas, insultos, amenazas... la línea era conflictiva”,
argumenta. Molina además señala que con el cambio de trazado
que se produjo hace unas tres semanas “la gente está
contenta y trabaja más relajada”. Problemas de seguridad por
un lado que se contraponen a otros hechos bien distintos. Y
es que asegura que en el Príncipe “todo el mundo paga, al
contrario de lo que sucede en otras líneas en las que
algunos intentan escaquearse”. De ahí que afirme que con los
incidentes violentos que se han producido “pagan justos por
pecadores”.
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