En las calles de muchas ciudades
de Marruecos (Casablanca, Errachidia, Mekinés…) las masas,
debidamente manejadas, rugen contra la malvada “entidad
sionista”, Israel. En Rabat, el Makzhén se agita inquieto y
temeroso debiendo situar en este contexto las últimas
declaraciones oficiales al respecto. Solo en la cercana
Martil, a 10 kms. de Tetuán, el PJD (Partido de la Justicia
y el Desarrollo) lograba convocar el pasado domingo, pese a
la lluvia y el frío, a unas 900 personas que se manifestaron
a media tarde (entre las 17.30 y las 18.30 locales, una hora
menos en Ceuta) entre la Escuela del Profesorado y la playa,
unos 400 metros, clamando contra los ataques israelíes. Para
Mohamed Belhasen, miembro de la Comisión de Exteriores de la
formación islamista parlamentaria, “Lo que hace Israel son
crímenes de guerra”.
Pero, ¿es realmente Israel el malo de la película…?. Yo no
sé lo que pensará al respecto el Presidente Rodríguez
Zapatero, pero el admirado Barack Hussein Obama declaraba en
su última visita a la región que “Si alguien lanzara de
noche proyectiles contra mi casa, en la que duermen mis
hijos, yo haría todo lo posible para detenerlo; lo que
espero de Israel es que haga lo mismo”. Les doy solo una
estadística: en 8 días tras el cese unilateral de la tregua,
Hamás lanzaba 170 cohetes y morteros contra Israel. Pese a
ello todavía el 25 de diciembre, día de Navidad, el Primer
ministro israelí Ehud Olmert tendía la mano en una
entrevista concedida a la cadena televisiva “Al Arabiya”:
“Ustedes, los ciudadanos de Gaza, ustedes pueden detenerlos.
Sé lo mucho que quieren levantarse en la mañana tranquilos,
llevar a sus hijos a los jardines de infancia o a la
escuela, de la misma manera que lo hacemos nosotros, de la
manera en que lo desean en Sderot y Netivot… Queremos vivir
como buenos vecinos con Gaza. No queremos hacerles daño. No
vamos a permitir una crisis humanitaria y que ustedes deban
sufrir de una falta de alimentos o medicamentos”, para
concluir: “No queremos luchar contra el pueblo palestino,
pero no vamos a permitir que Hamás ataque a nuestros hijos”.
Un día antes del ataque y como última muestra de buena
voluntad Israel, el único Estado democrático y Occidental de
Oriente Medio, dejaba pasar a la Franja de Gaza hasta 90
camiones con ayuda humanitaria.
El pasado domingo, los islamistas de la yihad (los
terroristas émulos de Hamás y lo que representa: fanatismo,
intolerancia y terror) masacraban en Pakistán con un coche
bomba a cerca de 40 personas y, en Afganistán, los talibán
mataban a dos soldados canadienses integrados en la fuerza
multinacional de la OTAN, asesinando también a 16 civiles,
entre ellos 14 niños, de una escuela. ¿Dónde están los
islamistas presuntamente moderados, los políticos
retroprogres, los pacifistas pancarteros para protestar
contra los continuos asesinatos del terrorismo yihadista
enarbolando su particular interpretación del Corán…? ¡Ay
ciertas oscuras aleyas…! En cuanto a la Franja de Gaza dos
reflexiones, una moral: la organización terrorista Hamás es
la responsable directa de lo que está ocurriendo; y otra
práctica: el mejor terrorista (de ETA a Hamás o Hizbulláh)
es el terrorista muerto. Que el Tsahal (Fuerza de Defensa de
Israel) apunte bien, intentando minimizar las dolorosas
víctimas civiles y los inevitables efectos colaterales, pero
a los milicianos de Hamás… que los eliminen de una vez.
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