La Comandancia General de Ceuta pierde a la Jefatura de
Personal (JPER), una unidad mandada hasta ayer por el
coronel Domínguez Buj, y que por cuestiones de adaptación
orgánica quedará fragmentada, pasando sus tareas a depender
de unidades ceutíes y, en algún caso, de Madrid y Sevilla.
El comandante general, Enrique Vidal de Loño, asistió ayer
al acto de disolución de la Jefatura de Apoyo (JPER), que ha
contado con tan solo tres años de vida, y que se despidió
bajo la batuta del coronel Domínguez Buj.
El acto se celebró en la intimidad en el establecimiento
Militar de la Marina, junto a Delegación de Defensa. El
motivo de la clausura de esta unidad radica en la adaptación
orgánica del Ejército, que ha tenido a bien cerrar esta
parcela de trabajo que hacía sus funciones en la Marina.
La JPER era un órgano dependiente de la Comandancia General,
aunque radicado en el acuartelamiento de la Marina y que
tenía las funciones de control de personal, una misión que
va a recaer ahora sobre el Negociado de Personal y sobre la
Unidad de Servicio de Acuartelamiento de Serrallo Recarga.
Otra de las funciones encomendadas a la JPER era la de
examinar a los aspirante a soldados, en el apartado de la
Educación Física. Además, se encargaban del control e
intervención de armas y daban el curso de conductores. A
partir de ahora, la Educación Física recaerá en la
Comandancia General, , al igual que el curso de conductores,
que también irá destinado hacia Caballería; mientras que la
intervención de armas la controlará el Ejército directamente
desde Madrid. La Subinspección General de Sevilla también
acogerá parte de la fragmentación de la JPER, aunque desde
la Comandancia no se concretó cuáles serían.
En cuanto a las tareas de personal de la JPER, consistían en
movilización, gestión y asistencia del personal. Será hoy,
oficialmente, cuando esta unidad pase a mejor vida. Muchos
de los integrantes de este cuerpo, conformado por alrededor
de 30 personas, ocuparán destinos fuera de la ciudada
autónoma; el coronel jefe, sin embargo, mantendrá la plaza
de Ceuta, a la espera de su retirada de la vida militar
activa.
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Buj destaca la “voluntad, espíritu y juicio” de los
militares de la JPER
El coronel Buj utilizó un discurso
cargado de ejemplos y alusiones literarias. “Para nosotros
llega un periodo de incertidumbre, no os agobiéis; como dijo
Hamlet ante la calavera, ‘La cuestión está en el ser:
mientras uno existe se puede avanzar, tropezar, cambiar el
rumbo y, si es necesario, volver a empezar”. El coronel
agradeció el trabajo realizado en estos años por sus
hombres: “Nuestro trabajo es solo una gota de agua en el
océano, pero tenemos que pensar que sin esa gota, el océano
no estaría tan lleno”, dijo. También hizo suyas las palabras
de Benedetti: “Me gusta la gente que vibra (...) Me gusta la
gente que sabe la importancia de la alegría y la predica; la
que con su energía contagia; la gente fiel y persistente; la
que se busca soluciones”. Tras 15 meses como jefe de la JPER,
Buj se despidió deseando suerte a los suyos.
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