Es lo que parece que está
sucediendo en el Real Madrid, no sólo en los terrenos de
juego, sino en los despachos, desde que un trepa, llamado
Ramón Calderón, llegó a un cargo que, en momentos de
seriedad deportiva, hubiera tenido cerradas las spuertas.
Y ahora, para que nada falte, sus hombres de confianza en lo
deportivo “meten la pata” a la hora de los fichajes, con lo
que el desembolso hecho para jugar la Champions se ha
quedado en nada, porque, de momento, de los dos jugadores
fichados uno no podrá actuar.
Estamos ante el bochorno más grande de la historia del Real
Madrid, en un año en el que las lesiones “fantasmas” se han
venido sucediendo y el equipo va a la baja, a medida que
transcurre la competición.
Yo no quiero pensar qué sería lo que comentáramos si en los
refuerzos que adquiera el Ceuta, ahora, nos encontráramos
con que no pueden jugar los encuentros oficiales esos
refuerzos que adquiera el Ceuta. Quien más quien menos sería
tildado de incompetente por no saber el terreno que estaba
pisando.
Aquí, volviendo al Madrid, no puede tolerarse que a lo largo
de estos años que el “trepa” Calderón lleva dirigiendo al
Madrid, no haya fichado más que medianías y haya dilapidado
la economía que le habían dejado, sin traer un solo jugador
de talla indiscutible para un gran equipo, como el Madrid.
Florentino Pérez, y hacía bien, no se debía fiar mucho, a la
hora de los grandes fichajes, del personal que se encargaba
de eso, y por ello las grandes adquisiciones, Figo o Zidanne,
las hizo él.
Ramón Calderón y Mijatovic parece que se han entendido bien
y a la hora de la verdad se arropan el uno al otro, mientras
el Madrid, ahora como nunca, no sabe lo que ficha, o no sabe
si lo que ficha sirve para poder jugar la Champions.
Que un club con tantos millones de presupuesto y con los
ejecutivos mejor pagados en el mundo del fútbol no conozca
las normas o los reglamentos de los organismos de los que
depende, es como para echar a la calle, en primer lugar al
presidente y a continuación a toda la serie de vividores que
tiene a su alrededor y que parece que le quieren arropar en
los desaguisados que va cometiendo.
El Madrid, en cuanto a juego, está en crisis, a tono con el
país, en cuanto a presidente está en el peor momento de su
historia, y en cuanto a la dirección deportiva más que
disfrutando de las fiestas navideñas parece que están de
carnaval o, tal vez, es que se quisieran poner a tono con el
día de los inocentes.
Veo algunas de las reacciones de los internautas en el
periódico Marca, y me quedo con estas tres:” La gestión de
Calderón y Mijatovic es una vergüenza. Van de ridículo en
ridículo”. Hay otro que no se queda chico y que
asegura:”Calderón y Pedja no merecen estar ni un minuto más
en el Madrid. Esta Junta es el hazmerreír de toda Europa”,
por último y para cerrar, este otro:” Si es verdad, la Junta
directiva tiene que dimitir en pleno y convocar elecciones
anticipadas”. Esto sería lo normal, pero a esta pareja no la
echa nadie de ahí, ni con agua hirviendo.
Y es que un chollo de este tipo no lo vuelve a pillar
Mijatovic en la vida y vivir como está viendo Calderón desde
que se hizo presidente del equipo blanco es el sueño dorado
que jamás pudo tener. El paso de estos sujetos por el mejor
club de la historia del fútbol es de ficción, pero con la
particularidad de que la realidad supera a la propia
ficción. Ridículo antes de los Santos Inocentes.
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