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El viento de Levante, fiel a su
cita, ha vuelto a estar presente en el último día del
fastuoso puente de Navidad que ha dejado marcado el
calendario de este 2008, por cierto similar al que se
avecina por Año Nuevo. Unos dos mil residentes en Ceuta, más
los que decidieron esperar a la tregua que el temporal dará
esta misma mañana antes de retomar con fuerza a partir de
hoy mismo por la tarde, según ha previsto la Agencia Estatal
de Meteorología.
La realidad de la situación volvió a obligar a la
utilización del llamado ferry especial de Acciona para estos
casos. A su ritmo el ‘Las Palmas de Gran Canaria’ realizó
una ida pasadas las 14’00 horas hacia Algeciras y regresó
más allá de las 18’00 horas, eso sí, dejando en tierra a más
de 300 pasajeros y más de 120 coches con la promesa de
volver a por ellos de madrugada. Es la odisea nuestra de
cada año, lo que obliga además a privar de prensa a los
lectores diarios de esta ciudad, la que provoca esa
pesadumbre que en el siglo XXI, el de las comunicaciones,
sigue incomunicando a esta ciudad o si acaso limitando hasta
el extremo su comunicación. Pero menos mal, agradecidos
hemos de estar, que se dispone de un ferry de este calibre
-el que proporciona Acciona merced a su contrato con el
Estado- capaz de navegar en las turbulentas aguas que ayer,
como a partir de esta tarde también, se dio en el Estrecho.
El impenitente Levante que siempre aparece volverá a
hacernos la visita anual hasta horas antes de la jornada de
fin de año volviendo esa típica incertindumbre al cuerpo de
los numerosos ceutíes y residentes que bien van o vienen en
estas especiales fechas entrañables y familiares.
Al menos esas son las previsiones por lo que hay tiempo,
aunque poco, para preparar lo que supuestamente se avecina.
Eso, o esperar a que -como siempre- la climatología en este
área geográfica concreta nos sorprenda rompiéndo todos los
esquemas previstos, tanto para bien como para mal, lo que
suele estar ya muy asumido por quienes aquí vivimos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
