Las Fuerzas de Seguridad del Estado estaban puestas en sobre
aviso y finalmente los pronósticos se cumplieron. Un grupo
de medio centenar de inmigrantes de origen subsahariano
quiso aprovechar la festividad de Nochebuena para intentar
pasar a Melilla por la zona de Barrio Chino, pero finalmente
la intentona fue abortada antes incluso de que llegara a la
doble valla, por lo que ninguno de ellos consiguió su
objetivo de acceder a territorio nacional.
Este intento masivo de entrada irregular en Melilla es la
incidencia más destacable de la Nochebuena 2008, donde la
diversión marcó una jornada en la que nuevamente cientos de
personas aprovecharon para salir de marcha, una vez cumplido
con el protocolo familiar.
Las principales zonas de ocio de la ciudad acogieron a los
melillenses deseosos de disfrutar de una las noches marcadas
en rojo en el calendario nocturno local.
La ausencia de incidentes destacables en los locales de
marcha y alrededores fue la tónica predominante, salvo
pequeñas riñas sin mayores consecuencias o en algunos casos
determinados comas etílicos, por una importante ingesta de
alcohol, según informaron ayer a este periódico fuentes
policiales.
El tráfico rodado también transcurrió con normalidad y se
contabilizaron pequeños accidentes de tráfico, en el que
únicamente se produjeron daños materiales, como uno ocurrido
ayer en el barrio del Real.
La Policía Local, como subrayó el consejero de Seguridad
Ciudadana, montó la noche del 24 varios controles de
tráfico, como medida disuasoria para evitar que personas con
tasas de alcohol mayores a las permitidas, fueron las que
condujeran los vehículos.
El dispositivo de seguridad de Nochebuena comprendió tanto a
efectivos de la Policía Local como Policía Nacional y
Guardia Civil, esta última sobre todo en el Puerto
Deportivo, donde tiene la competencia de seguridad.
Estos cuerpos tuvieron que hacer frente tanto al trabajo en
las zonas de ocio de la ciudad como a la llamada de alerta
que se registró pasada las dos de la madrugada, cuando se
informó de un intento de entrada de inmigrantes,
protagonizado por unas 50 personas, que puso a todos en
alerta, aunque finalmente fue abortado en suelo marroquí.
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