El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda,
aprovechó su tradicional mensaje navideño para ensalzar el
desarrollo de la multiculturalidad de Melilla, ciudad que ha
vivido este mes las principales festividades de las tres
religiones monoteístas que conviven de forma “ejemplar” en
su sociedad. Según Imbroda, “cualquier festividad, sin
perder su esencia ni su significado, trasciende al conjunto
de la ciudad y se desarrolla en un ambiente de respeto,
normalidad y alegría”.
El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda,
subrayó durante el tradicional mensaje de Navidad el
desarrollo que ha experimentado la interculturalidad de
Melilla, lo que ha permitido que “cada celebración
particular de las tres grandes religiones monoteístas hayan
dejado de ser un compartimento estanco para abrirse al resto
de la comunidad melillense”.
Ésta fue una de las principales reflexiones que realizó
Imbroda durante su mensaje navideño, emitido en Nochebuena,
con motivo de la coincidencia durante el mes de diciembre de
las principales festividades de la comunidad musulmana,
hebrea y cristiana de nuestra ciudad.
Así, el presidente melillense recordó que a principios de
mes tuvo lugar el Aid El Kebir, que es la pascua grande
musulmana, a la que siguió el Januká de la comunidad hebrea
y, seguidamente, la Navidad de la comunidad cristiana.
“Cualquier festividad, sin perder su esencia ni su
significado, trasciende al conjunto de la ciudad y se
desarrolla en un ambiente de respeto, normalidad y alegría”,
manifestó Imbroda, quien destacó este hecho como “la gran
proeza de la sociedad melillense”.
La primera autoridad local aplaudió que, “con el paso de los
años, y tras largos periodos de convivencia y de compartir
conocimientos, Melilla ha sabido crear una identidad propia
basada en la diferencia de sus culturas y religiones, pero
común y participativa a todos”. Según dijo el presidente
Imbroda, esta circunstancia favorece que “todos podamos
vivir las fiestas un poco como si fueran de cada uno de
nosotros”.
Imbroda consideró “nadie está excluido, y menos en estas
fechas”, de los sentimientos como “la generosidad, la paz o
el amor al prójimo”, que “son los cimientos de unas fiestas
que se prolongan durante todo el mes de diciembre y se
adentran en los primeros días de enero.
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