Posiblemente con formación muy
diferente, tal vez con actuaciones desiguales y al final con
tratamiento por parte de sus propios colegas, que no acaba
de convencer a los que no estamos metidos en el mundo de la
Judicatura y vemos las cosas, sólo, desde la barrera, se han
encontrado estos dos jueces.
Ese 14 – 7 por el que ha sido sancionado, por falta grave,
que no muy grave, el juez de Sevilla que por negligencia,
olvido o lo que fuera, no ejecutó la sentencia sobre el que
más tarde sería el autor de la muerte de la niña de Huelva,
Mari Luz, nos hace pensar a todos, o a muchos por lo menos,
de la ambigüedad en ciertos tratamientos que además, es
público y notorio que trajeron unas consecuencias
irreparables.
La pregunta que desde la calle, los profanos en la materia
nos hacemos, es esta ¿Qué más tenía que haber sucedido para
que la actuación de ese juez se hubiera considerado como muy
grave?. Sería interesante que expertos, profesionales, de la
Judicatura, ante el escándalo que está en la calle, pudieran
aclarar hasta donde llega, en un caso como este, eso de
grave y hasta donde el muy grave.
Sea como sea, con 1500 € el señor juez habrá reparado esa
actitud grave y seguirá juzgando, queremos creer que
justamente, en el mismo juzgado que estaba.
Y llegados a este punto, tengo que volver a insistir en algo
que hace un par de meses, al hablar sobre este tema, ya
comenté. Es la misma sanción que puede recibir un camionero
al que se le ha olvidado cambiar el disco, al ir a salir de
viaje.
Con todos los respetos, yo considero que es mucho más grave
lo que sucedió, por esa negligencia, que lo que puede
acarrear el olvido del camionero, porque la vida de esa
niñita, Mari Luz ya no se podrá recuperar y su vida valía
más que lo que puede valer todo el porte de un camión a lo
largo de muchos años.
Con situaciones así, al menos para los profanos en la
materia, la Justicia parece que se tambalea y eso no es
bueno en un país democrático y en un Estado de derecho, como
tampoco será bueno que a raíz de esto el Ejecutivo intente
entrar en el asunto, ya veremos por qué camino.
Y paralelo a esto, otro asunto de jueces, donde la
conciencia más progre o más a la antigua usanza, ha hecho
que un juez fuera retardando una situación en torno a un
menor que iba a convivir con dos lesbianas.
¿Ha incumplido el juez su obligación?. No me cabe la menor
duda de que sí, y más con las leyes que hoy están en vigor,
aunque su conciencia, que no tiene que ser la nuestra, le ha
podido llevar a ver posibles traumas futuros que a nosotros
se nos ocultan.
Este juez ha tenido menos suerte, este no lo va a poder
solucionar con 1500 €, éste se verá apartado de su profesión
durante más de dos años.
No lo entiendo, al menos no entiendo el hecho en sí y mucho
menos cuando estamos ante una situación en la que a ese
menor, de momento, no le ha sucedido nada, y para el futuro
está por ver si la aplicación de la ley le será más
ventajosa que lo que parece querer ver el juez en cuestión.
Se han dado casi simultáneamente estas dos situaciones, una
con un hecho consumado y una multa de 1500 €, la otra que no
aportó nada, ni bueno, ni malo con la retirada por más de
dos años de la profesión de un juez. La conciencia parece
que no vale mucho.
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