Estas fechas están cargadas de
comidas y cenas de Navidad organizadas por las empresas,
entidades culturales y clubs deportivos.
No falté a ninguna de las que me invitaron personalmente, y
fueron muchas, con el resultado de tener el estómago fuera
de circulación durante varios días. Gajes del oficio.
En fin, ya estamos en Navidad y como en estas fechas todo el
mundo desaparece de escena, salvo en los comercios, he
decidido tomarme unas vacaciones merecidas y darle descanso
a las yemas de los dedos de mis manos, cansadas de danzar
ininterrumpidamente sobre el teclado.
Estaré fuera de esta ventana hasta después de Reyes. Mi
familia se lo merece. Y yo.
No tengo las direcciones de todos y cada uno de los ceutíes
para mandarles la felicitación habitual en estas fechas por
lo que dejaré plasmado en este artículo mi deseo.
Hemos ido a ver el Belén que el Ayuntamiento de Barcelona ha
instalado en la plaza de Sant Jaume, como tradición virtual
dado que no podemos visitar el de Ceuta, y a decir verdad,
ya no lo hacemos con la devoción de antes sino como una
costumbre en estas fiestas. Lo curioso del caso es que
robaron la figura que representa al niño Jesús y el
Consistorio tuvo que buscar otra para reemplazarla a toda
velocidad.
No entiendo cómo pueden haber ladrones que roban el
sentimiento navideño de la gente, cuando el Belén, que lleva
unos años realizándose de forma tradicional con las
consabidas figuritas, no es más que la demostración de unos
deseos cristianos que no hacen mal a nadie ni se obtiene
beneficio alguno sustrayéndolo.
Fecha señalada para hacer la obra del año, para portarse
bien con sus semejantes y eso es lo que ha hecho la
presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre,
después de la entrevista con el presidente del Gobierno. No
podía ser menos que saliera con la sonrisa de oreja a oreja
y arrojando flores detrás. Lo que no cuadra es el cabreo de
la dirección del PP, esta gente… ¿qué quieren en realidad?
Estamos en Navidad y una vez que Rodríguez Zapatero hace de
Papa Noel tampoco les agrada a los peperos.
Bueno, por hoy no voy a escribir una opinión crítica, sino
felicitar a todos los ceutíes sin excepción y desear al
“cuarteto nostálgico” que dejen de enrollarse la bandera
española alrededor de la testa y que nunca descansarán si
siguen dándole más vueltas a las cosas que ocurrieron en las
postrimerías del franquismo y después. Su lucha está perdida
porque, obviamente, esos deseos no se harán realidad por
ser, precisamente, deseos malignos.
Mañana nace un niño, aunque yo no estoy de acuerdo en cuanto
a fechas, que colma de alegría los hogares cristianos,
aunque cuando hombre fue el símbolo de millones de muertes a
través de guerras religiosas y condenas espantosas.
No se en qué estaba pensando el papa Gregorio XIII cuando
decidió reformar el calendario Juliano dado que antes se
figuraban el nacimiento de Jesús en primavera. ¿Qué no?,
entonces que me expliquen cómo los pastores cuidaban los
rebaños al aire libre con el cielo cuajado de estrellas por
lo que resultaría poco probable que el acontecimiento
ocurriera en invierno.
Tengo documentos, copias, en los que se afirma que en
tiempos de Tertuliano, que tenía las listas más antiguas que
se conocen, no contemplaban la Natividad y los últimos datos
más tempranos de los que se tienen evidencia acerca de la
fecha se encuentran en Alejandría, por el año 200 de nuestra
era, cuando unos teólogos egipcios asignaron, ante Clemente
de Alejandría, que el día real del nacimiento de Cristo era
el 20 de mayo (25 pashons copto)
El 25 de diciembre solo fue una ocurrencia del papa Julio I.
Cabreado por las fiestas que en esa misma fecha realizaban
los romanos con su dios Saturno.
Bueno. Sólo me queda lanzar mis deseos de felicidad para
todos y que el año que viene, que está a la vuelta de la
esquina, nos traiga lo mejor de lo mejor.
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