Oiga, no es por nada, en estos
días navideños estoy que me salgo. Comida por aquí, comida
por allí y algún que otro regalo que he recibido, amén de
las consabidas felicitaciones a las que, por cierto, le
tengo cierto cariño cada vez que recibo una. Y es que me
encantan las cosas sencillas, hechas con todo el afecto del
mundo.
No hay cosa, más bonita, que recibir una postal navideña con
la felicitación de un amigo. Es algo sencillo, simple, pero
de un gran valor sentimental para un romántico empedernido
como es mi persona. ¡Que poco trabajo cuesta enviar una
felicitación navideña, en estas fechas, donde se deben
abandonar los rencores y tratar de conseguir la paz en la
Tierra a los hombres de buena voluntad!.
La cosa empezó, con el regalo de una botella de buen vino,
como está mandado, enviado por Ángel Gómez, asunto que
agradecemos de todo corazón. Verdad es, aquí se dice todo,
no hay nada que ocultar, que no es la primera vez, ni será
la última que el Jefe de la Policía Local, nos regala una
botella de buen vino. Nuestra amistad viene desde tiempo muy
atrás, cuado era inspector de policía y, a pesar de todos
los cambios, siempre la hemos mantenido nuestra amistad.
Gracias, Ángel y hasta otra y que sea pronto.
Después me voy a dos cenas, de distintos medios de
comunicación. Cosa que agradezco en lo que vale, dada la
situación económica que estamos atravesando, por culpa
culpita de la crisis. En ambas, lo digo porque no se mentir,
disfrute de lo lindo rodeado por compañeros, y más que
compañeros amigos, sobre todo jóvenes que tienen mucho que
decir, a lo largo de su vida profesional.
En la de mí periódico, Parodi se empeñó en que tenía que
hablar el decano, apoyado en su petición por David, nuestro
redactor jefe. Los pobres no se han enterado de que, según
mi particular forma de ser, decano no es más que la marca de
un coñac. Ahora, eso sí, algunas de mis pobres criaturitas,
esas que poseen la gorra y le pito con mando luchan lo
indecible para negarme esa cualidad conseguida a través de
los años, No les hago ni p…caso. Es más me dan pena, que
pierdan su tiempo en tratar de negar que soy el decano de la
prensa escrita, Tampoco es que pierdan mucho tiempo. Total
para lo que hacen.
En fin queridas y nunca bien ponderadas criaturitas, os
guste o no, soy el decano, por méritos propios, de la prensa
escrita. Algunos de ustedes, no tenéis el cargo y ganáis un
buen pasta por méritos propios, porque la ignorancia nunca
se ha premiado, más que cuando llego la democracia y os tocó
la gorra y el pito en la tómbola de la vida.
He recibido innumerables tarjetas navideñas de amigos que
viven fuera de nuestra tierra, lo que me ha colmado de
felicidad y a los cuales, como no podía ser de otra forma,
les he devuelto la felicitación. Siempre he dicho, desde el
primer día en que le conocí que, el Delgado del Gobierno es
persona que me cae una jartá de bien. Cosa de mi intuición
que jamás me falla. He recibido de él una tarjeta navideña
con una nota de propia mano. Cosa que agradezco en lo que
vale y que aprovecho, desde aquí y desde ya, para desearle
que en 2009 se cumplan todos sus deseos. Y a todos ustedes
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.
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