´Zapatero, a tus zapatos´, como diría el otro. Y como la
labor de Benigno Sánchez no es otra que entrenar, el técnico
murciano se ciñe a su cometido y se centra en ello. Aunque
no pierda detalle de lo que suceda en los despachos. Donde
el presidente, Felipe Escane, y el vicepresidente, Cecilio
Castillo, son “los interlocutores del club” para lo que
concierne a entrada y salida de futbolistas.
Ellos constituyen “el primer filtro” con el objetivo de que
“cuadren los jugadores en el tema económico y deportivo”. A
partir de cuando le consultarían al entrenador lorquino para
que éste diera vía libre.
Lo cierto es que tanto uno como otro “saben de mi boca
cuáles son las posiciones que a mí me gustaría reforzar”. Y
ahora, “a esperar a que se mueva ficha”. Llegado ese punto,
“una vez que se mueva ficha, se hablará de nombres. Pero un
poco a expensas o a la expectativa de que salgan esos
jugadores y puedan venir otros”.
Y es que, si de algo está seguro Benigno Sánchez es que “el
entrenador no está para hablar con representantes”.
Sosteniendo que “yo lo tengo claro, ese no es mi trabajo”,
termina diciendo.
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