El asegurador Eduardo Gallardo y el abogado Menahen Gabizón
recibieron ayer un regalo para la posteridad cuando
destaparon las placas de dos emplazamientos de Ceuta que
llevarán sus nombres. El presidente de la Ciudad, Juan
Vivas, se acercó junto con una amplia comitiva de la
Asamblea para homenajear a los trabajadores caballas, que
gracias a la portavocía de sus familiares, mostraron su
emoción al recibir un reconocimiento para la posteridad,
mucho más significativo que la medalla de Plata de la Ciudad
recibida por Gallardo en 2007 y la de la Autonomía, en 2003
para Gabizón. Ceuta ya es más suya todavía.
Ni la plaza es la más grande de Ceuta, ni el pasaje la calle
más ancha. Pero la plaza y el pasaje llevarán sus firmas
para siempre, más allá del tiempo, pase lo que pase. Dentro
de poco, en el paso de unos días, las placas se camuflarán
en el transcurrir diario de los coches, de las personas, de
los trabajadores... se adaptarán a la cotidianidad y a nadie
le llamarán la atención. Pero habrá alguien que se pare, que
las mire y que se retrotaiga en el tiempo para recordar las
trayectorias de Menahen Gabizón y de Eduardo Gallardo. La
Asamblea ha acertado en designar a estos dos emplazamientos
con los nombres de dos caballas que han paseado su origen
por las capitales de España, orgullosos de ello. Pero ha
acertado en hacerlo ahora, y darles la oportunidad a Gabizón
y Gallardo de saborear en vida un regalo imborrable,
intachable, permanente y exquisito.
El éxito de los nombramientos quedó palpable con el amplio
seguimiento de la Asamblea durante la inauguración. Y es que
fue este órgano quien designó en pleno el nombre de las
personas que deberían tener representación en su ciudad, a
propuesta de la Consejería de Cultura. Tanto el líder de la
oposición, Mohamed Ali, como la portavoz del grupo
socialista, Inmaculada Ramírez, se dieron cita en la calle
Jáudenes, lugar donde se ubican la plaza y el pasaje. Pero
también estuvo presente la comitiva de Delgación del
Gobierno, con José Fernández Chacón a la cabeza y con el
jefe de gabinete, Sergio Moreno, y el secretario general,
Espartero, de acompañantes. Por supuesto, en el acto
participó el presidente Juan Vivas, que descorrió la
cortinilla ‘preinaugural’ de las calles.
El caso de Gallardo es curioso, puesto que en el pasaje
coinciden la vivienda de uno de sus hijos y la correduría de
Seguros que regenta su familia. El legado de los Gallardo
será además duradero, puesto que ya cuenta con nietos que
portan el apellido e incluso uno que lleva también el nombre
de Eduardo.
Tanto Eduardo como Menahen se mostraron muy emocionados con
el acto y recibieron el cariño y calor de sus allegados, a
la que se sumó toda la clase política ceutí.
Gabizón también contará con una plaza colindante a su lugar
de trabajo. A pesar de su edad, Menahen sigue ejerciendo
como abogado, gracias también a la ayuda de sus hijos.
Después de que Vivas descorriera la cortinilla que contenía
su placa, Menahen se disculpó por no atender a los medios,
ya que la emoción le embargaba, pero quiso agradecer la
consideración de la Asamblea por acordarse de él. Fue su
hijo Moisés el que hizo de portavoz: “Estamos muy
emocionados por la respuesta de la gente, y con que hayan
venido personas de todas las culturas. También agradecemos a
la Ciudad que haya puesto el nombre de un caballa, que ha
trabajado toda su vida y que ha puesto a dos ceutíes más
-por él mismo y su hermano- a trabajar al servicio de Ceuta.
Y aunque yo haya cogido el testigo de mi padre en el
despacho él sigue trabajando en el despacho. Es un ejemplo
de trabajo, pundonor y orgullo, el mismo que sentimos por
él”, comentó.
Por su parte, Eduardo, hijo del protagonista Eduardo
Gallardo, también agradeció a la Ciudad, “tanto al Gobierno
como a los otros grupos el nombramiento de mi padre. No
tenemos palabras de agradecimiento. Nos ha faltado que
estuviera mi madre, pero todo no se puede tener. Yo
destacaría de mi padre el trabajo, la dedicación y la
educación que nos ha dado”, explicó.
A partir de ahora la calle Jáudenes tendrá dos nuevos
vecinos.
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