La gran diferencia entre los gastos que realiza cada año un
ceutí y los que efectúa un español medio radica precisamente
en el dinero del que dispone, más de 2.000 euros menos en el
caso de los residentes en las dos ciudades autónomas según
la Encuesta de Presupuestos Familiares que ha hecho pública
esta semana el Instituto Nacional de Estadística (INE), en
el que ceutíes y melillenses son los menos pudientes sólo
por delante de los extremeños.
El presupuesto medio de que dispone al año un ceutí
asciende, según la Encuesta de Presupuestos Familiares del
INE, a 9.307 euros, el menor de todos los españoles a
excepción de los residentes en Extremadura (9.209). La media
nacional se sitúa en 11.673 euros, aunque, por este orden,
madrileños, vascos y baleares lo superan holgadamente por
encima de los 13.000.
¿A qué los destinamos? Básicamente, a lo mismo que el resto
de nuestros compatriotas: una cuarta parte del presupuesto
personal de los españoles (25,6%) va a parar a pagar la
vivienda y todos sus suministros básicos, aunque en Ceuta
ese concepto exige un desembolso considerablemente inferior:
1.779 euros, un 19,1% de lo disponible.
El segundo grupo al que más dinero se consigna cada año es
el de alimentos y bebidas no alcohólicas, al que los ceutíes
destinamos cada año por persona 1.636 euros (el 17,5% de lo
que dispone), tres puntos porcentuales por encima de la
media nacional, algo coherente si se tiene en cuenta que el
desembolso a este apartado crece en relación inversamente
proporcional al nivel de estudios del sujeto.
Algo más de 1.300 euros anuales se van en concepto de
transporte, algo paradójico para una ciudad con apenas 20
kilómetros cuadrados pero perfectamente comprensible a la
luz de las tarifas del transporte marítimo, que consiguen
casi equiparar el ratio de los residentes en las dos
ciudades autónomas con la media estatal.
Por encima de los mil euros mensuales (1.026) sólo queda el
concepto de hoteles, cafés y restaurantes.
Descontados esos cuatro gupos, que en conjunto absorben más
del 60% de lo disponible, al mobiliario, “equipamiento del
hogar y gastos corrientes de conservación de la vivienda” se
destinan 749 euros. Al ocio, espectáculos y culturas, otros
511 euros.
Como en el cuidado de la salud se nos van otros 228 y en el
pago de servicios de comunicaciones 316, el saldo restante
se queda en unos exiguos 215 euros.
El reparto de ese excedente es curioso: en la enseñanza
gastamos 41 euros al año, menos de 4 al mes, pero a los
vicios (alcohol, tabaco y droga) le reservamos 164,11 euros
para todo el ejercicio.
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El mayor gasto por persona, en hogares de solitarios jóvenes
El mayor gasto por persona (20.827
euros) se registra en los hogares formados por personas que
viven solas [la unidad familiar media en Ceuta y Melilla se
sitúa en 3,2 personas] y tienen menos de 65 años, seguido de
los hogares formados por una pareja sin hijos (14.719 euros)
y de las personas que viven solas de 65 o más años (14.019
euros). En el extremo opuesto se encuentran las parejas con
tres o más hijos, con un gasto por persona de 8.849 euros.
No obstante, estos hogares son precisamente los que
realizaron el mayor gasto medio (46.387 euros). Por su
parte, los hogares que registran menor gasto son aquellos
cuyo sustentador principal había alcanzado un nivel básico
de estudios o no los poseía (23.398 euros, un 20,0% inferior
a la media). Según el nivel de formación alcanzado por el
sustentador principal, los hogares en los que éste tenía
estudios universitarios de segundo o tercer ciclo realizaron
en 2007 el mayor gasto (45.717 euros, cifra un 44,2%
superior a la media).
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