La Consejería de Sanidad está realizando una reforma
integral de las sedes de la Perrera Municipal y de la
Asociación Protectora de Animales y Plantas de Ceuta por un
coste superior al medio millón de euros a raíz de los
desperfectos que sufrieron en las inundaciones de
septiembre. Por otro lado, los servicios técnicos elaboran
un protocolo de actuación para el exceso de gatos callejeros
que contempla la castración.
La crisis que se vivió en las instalaciones de la Perrera
Municipal y de la Asociación Protectora de Animales y
Plantas de Ceuta durante las precipitaciones de finales de
septiembre ha posibilitado que la Consejería de Sanidad
decrete unas obras de emergencia que supondrán una revisión
profunda y una modernización de las estructuras y servicios
de ambas entidades. No en vano el global supera el medio
millón de euros.
El primer paso de las obras es una reforma integral de los
sistemas de electricidad y saneamiento que se vieron
seriamente afectados durante las lluvias torrenciales. El
segundo es una reestructuración de los edificios y un cambio
en la disposición de las jaulas para la edificación de
módulos más amplios con patio que recojan un mayor número de
animales y así favorecer su sociabilidad. Además en la
Perrea Municipal se contará con la mejora de las oficinas de
administración.
Después de dos reuniones de la consejera de Sanidad, Adela
Nieto, con la ejecutiva de la Protectora se está
desarrollando un protocolo de actuación entre el personal
técnico de ambas entidades para eliminar el exceso de
población de gatos callejeros que hay actualmente en algunos
barrios de la ciudad. La Protectora propuso la castración
como método de control, la entidad se encargaba de los
machos y Sanidad de las hembras, cuya intervención
quirúrgica supone un coste mayor. También se está manejando
la posibilidad de retirar parte de los animales y enviarlos
a una protectora suiza que colabora con la local recibiendo
frecuentes envíos de animales.
La Protectora ha recibido ya las vacunas contra una cepa
local de rino que está afectando a la población de gatos
callejeros. La enfermedad se manifiesta como un resfriado
intenso en los ejemplares adultos pero puede ser mortal para
los gatos menores de seis meses. La vacuna debe
suministrarse en tres sesiones con una diferencia de 21 días
entre ellas y ser acompañadas por el uso de antibióticos. La
Protectora ha dividido a sus animales en grupos de 25 y esta
semana ha comenzado la segunda sesión de vacunas al primer
grupo. “Los animales están respondiendo de forma excelente
al suministro de los medicamentos aunque presentan algunos
síntomas menores”, afirmó el presidente de la Protectora,
Juan José Tuset.
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