Muy felices se las prometían en el seno de la AD Ceuta
cuando, en la recta final de partido, Álvaro adelantó al
conjunto caballa en el Bahía Sur de San Fernando. Tan
felices que, de la forma que celebraron el tanto, les faltó
descorchar las botellas de champán y abrir las cajas de
polvorones para empezar a celebrar lo que se prometía una
Feliz Navidad. Pero en tiempo añadido, y a raiz de un fallo
de principiante al no impedir que los locales sacaran un
libre indirecto en el interior del área, se dejaron dos
puntos en el camino. Asumiendo que, estas fiestas, el turrón
que se lleven a la boca tendrá sabor amargo.
Algo que, en cierta medida, se pudo presagiar en los
primeros compases del partido, ya que los locales se
hicieron dueños de la situación, buscando a Javi Casares y
Quini. Quienes volcaban el peligro por la banda de un Pepe
Martínez que no se encontraba nada cómodo. Un propósito con
el que surgiría el primer acercamiento serio, a raiz de un
balón colgado al área caballa buscando a Quini, que Lledó
despejó de puños en semifallo, regalándole la pelota a un
Javi Casares que no la esperaba. Lo que sirvió para que los
isleños se crecieran y lo intentaran con combinaciones como
la que trenzaron Castillo, Quini y Canito, con disparo de
este último que se fue desviado. Lo que, sin excesivo
trabajo, sirvió para que los de Antonio Iriondo se hicieran
con el control ante un Ceuta apático. Que en los primeros
diez minutos se dedicó a verlas venir, probando fortuna con
acciones de estrategia que quedaban en agua de cerrajas,
ante el desacierto inicial de David Fas, quien intentó
sorprender con un centro chut que Castillo desvió a saque de
esquina.
Una tímida aproximación que no sirvió para inquietar la meta
local, pero sí para que los blancos se sacudieran la
presión. Porque a partir de ahí la contienda se niveló y el
cuadro dirigido por Benigno Sánchez enseñó los dientes.
Tanto que el primer disparo entre los tres palos del
encuentro sería de Álvaro al inventarse un lanzamiento
lejano que blocó Raúl Iglesias. Sin embargo a partir de ahí
el duelo entró en una fase sin ocasiones, ya que las
defensas se imponían a los ataques una y otra vez.
Lo cierto es que las aproximaciones llegaban con
cuentagotas, como la de los caballas, al lloverle el
esférico a un David Fas que se encontraba en banda izquierda
y puso un envío a Carlos Valverde que evidenció que lo suyo
no son los remates de cabeza, porque su remate sin oposición
murió en manos del meta gaditano. Pero la más clara sería la
que gozaría Juanfran, al recoger un rechace a una falta
botada por David Fas, cuyo disparo acabó en el palo tras
golpear en un rival, saliendo a córner. Un saque de esquina
de nuevo rematado por Juanfran directamente fuera. Justo
cuando se estaban viviendo los mejores momentos del Ceuta
que, al contragolpe, lo intentaba por mediación de un Álvaro
que vio como Raúl Iglesias cortaba con el pie el pase de la
muerte destinado a Elvis.
A pesar de todo los gaditanos no estaban dispuestos a
dejarse intimidar y, a medida que se fue acercando el
descanso, volverían a rondar la meta ceutí con un balón
colgado por Juanje, que poco antes había sustituido al
lesionado Merino, y que fue desviado de puños por Lledó
cuando Quini esperaba con la cabeza. Así, con el partido
roto y ambos equipos mirando la puerta contraria, Álvaro
desperdició un balón en largo, tras el que acabaría la
primera mitad.
La segunda empezó con ritmo. No tanto como acabó la primera
parte, pero con ambos equipos merodeando la meta contraria.
Eso sí, siendo el San Fernando el que lo hacía con más
convencimiento y, fruto de ello, puso cerco a la meta
defendida por Lledó, quien primero sacó la manopla para
desviar un saque de esquina botado por Marco que llevaba
camino de convertirse en ´gol olímpico´, blocando poco
después un disparo desde la frontal del mismo jugador. Un
dominio azulillo que volvería a hacerse patente con un
disparo de Casabella desde la frontal, que se marchó por
encima del larguero. El mismo destino del disparo a
bocajarro de Juanje en el interior del área a pase de
Canito, en una ocasión clarísima de gol. O el chut de Marco
desde la corona que, buscando la escuadra, se marchó
directamente fuera.
Un decorado que obligó a los ceutíes a recular y a
intentarlo a la contra. Como le llegarían dos ocasiones muy
claras en las botas del nigeriano Onyema Elvis, que estrelló
el balón en sendos mano a mano en el portero isleño. Quien
también se lució al sacar en dos tiempos un remate de cabeza
de Javi Navarro cuando se cantaba gol. Y posteriormente
detuvo un tiro cruzado de Txiki, quien previamente había
entrado en el terreno de juego para suplir a Carlos
Valverde. Una serie de ocasiones tras las que las aguas
volverían a su cauce, con el Ceuta intentándolo a la contra
y los locales recuperando el dominio del cuero. Brillando
las ocasiones de gol por su ausencia.
Cuando todo parecía que el encuentro iba a concluir sin
goles, habida cuenta del conformismo de unos y otros, los
ceutíes se adelantarían en el marcador en una acción
aislada, al llegar un balón suelto a Álvaro quien, en banda
derecha, la empujó al encontrarse el portero fuera de su
marco. Un tanto que no sería el único ya que, en tiempo
añadido, los locales devolvieron la igualada, al aprovechar
Castillo un libre indirecto en el interior del área entre la
confusión reinante.
A pesar de todo los blancos pudieron llevarse la victoria si
el remate de cabeza de Bernat hubiera entrado en lugar de
irse lamiendo el palo. Y es que en algún sitio debía estar
escrito que el año 2008, el que la AD Ceuta se quedó a un
gol del ascenso, tendría sabor amargo. Como el que estas
Navidades tendrá el turrón que comerán los integrantes del
vestuario caballa.
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