La Plaza de los Reyes se convertirá en la fábrica de Papá
Noel, donde se arreglan juguetes o se fabrican en la época
de Navidad, cuando tienen más trabajo y se reencuentran
todos los duendes que vienen de muy lejos o viven en esa
misma región, en la fría Laponia.
Con un toque picaresco y divertido, lleno de humor y
fantasía, escenificarán esta tarde los componentes del grupo
de animación ARTE la obra Un regalo para Papá Noel, que
niños, padres, abuelos y todos los ceutíes que así lo
deseen, podrán ver a partir de la seis y media en dicha
plaza. Aunque está enfocado a los más pequeños, “los mayores
también suelen disfrutar bastante de este tipo de
espectáculos”, aclara Carolina Merlo, coreógrafa de ARTE.
Han pasado algo más de un mes ensayando el espectáculo que
inaugura las fiestas navideñas en la ciudad autónoma, no son
bailarines profesionales sino jóvenes motivados por el
entusiasmo de la danza y montar la coreografía no ha sido
los más complicado, aunque “los pasos han sido fáciles pero
tienen un poco de dificultad y poco a poco han ido saliendo
cada vez mejor. Yo confío en ellos porque todas las
Navidades hemos sacado bailes, hemos cantado y el nivel está
alto, de momento”, confesaba la coreógrafa.
Impacto visual, con trajes llamativos, decorado con un poco
de fantasía, luz y color, pero no sólo de baile, espectáculo
y diversión trata la obra que será representada al aire
libre. “Sí que queremos dar una pequeña lección entre
comillas para inculcar valores como la solidaridad hacia
esos niños que no tienen nada, o casi nada. Y que los mismos
niños se desprendan de sus juguetes para dárselos a otros
que realmente los necesitan ya que el la finalidad que
persigue nuestra intervención. Un gesto difícil para ellos
pero muy bonito”, explicaba Merlo.
Ciertamente, uno de las detalles propuestos por este grupo
de animación es la recogida de juguetes para donarlos a los
más desfavorecidos por ello se pide a los ceutíes que lleven
juguetes usados, cuentos que ya no se leen o juegos que no
se utilicen para entregárselos a Papá Noel y con sus
ayudantes transformarlos en un nuevo regalo para chiquillos
que los necesiten.
La otra cara de la obra Un regalo para Papá Noel son los
bailarines que la escenificarán. Un mes de ensayos, de
presiones, de nervios pero “lo pasamos muy bien, nos reímos
mucho, nos gusta, aunque de vez en cuando lo hacemos mal y
cae alguna bronquilla. Pero nos llevamos muy bien”, comenta
entre bromas y risas, Cristina Roldán, una de las
componentes de ARTE. Pero las ansias de esperar la respuesta
por parte del público también les preocupa a estos jóvenes.
“Durante cuatro años hemos tenido bastante expectación,
solemos gustar y siempre nos reciben con mucho cariño y
deseamos que guste. Los nervios son inevitables, nunca se
olvidan y tienes miedo”, revela Roldán, que añade: “Va a ser
una explosión de diversión y la gente se lo va a pasar muy
bien”.
Tampoco faltará, ya que su presencia es imprescindible, la
figura de Papá Noel quien no puede evitar mandar un mensaje
a los niños en estas fechas: “El saco que tengo en mi trineo
es muy grande, le caben un millón de juguetes así que a ver
si lo llenamos”.
Papá Noel, además, quiere advertir que su misión para este
año es completamente diferente que en navidades anteriores.
“Recojo juguetes y después los llevaré. Haber como se portan
los pequeños. Así que invito a todos los ceutíes, niños y
mayores, a que vengan a vernos, que se lo van a pasar muy
bien porque además es por una buena causa”.
Recuerden, la magia de la Navidad, a las seis y media, en la
Plaza de los Reyes.
|