Después de la activa participación
del Consejo de la Juventud en la Sesión Plenaria del martes
pasado, a la que acudió medio centenar de jóvenes para ver
en directo cómo los grupos políticos de la Asamblea
aprobaban el II Plan Ceuta Joven, que estará vigente hasta
2012, ahora es el turno de que tanto los no asociados como
los que sí lo están se mantengan alerta para exigir de la
Administración el cumplimiento o el desarrollo total en la
medida de sus posibilidades de todas las propuestas que
contiene.
El I Plan de Juventud, aprobado el año pasado, ha servido
para aglutinar y reforzar las políticas de juventud de la
Ciudad de Ceuta, dotándolas de unos objetivos transversales
prioritarios y unas líneas estratégicas de actuación acordes
con las necesidades reales de la población a la que va
dirigida. Durante el periodo que ahora se abre la
corresponsabilidad y la participación tendrán que seguir
siendo los ejes sobre los que se fundamente el trabajo del
Gobierno de la Ciudad, siempre con la premisa de favorecer
la autonomía y garantizando la igualdad de oportunidades de
los jóvenes ceuties incidiendo de manera prioritaria en los
colectivos con mayores dificultades para la inclusión
social.
Si, como se han encargado de reiterar una y otra vez tanto
el Consejo de la Juventud como la Consejería que dirige
Kissy Chandiramani, este II Plan se sustenta “en la
participación de todos” y en una “relación constante entre
la juventud y la Administración” para enriquecer los
objetivos y las áreas que se van a desarrollar en materia de
juventud ese debe ser también el camino por el que se
ejecute lo en él contenido. Sólo si la Ciudad consigue
involucrar de manera real y efectiva a los jóvenes ceutíes
en su más amplia acepción se conseguirá que el Plan sea un
verdadero éxito. Además, por esa vía los políticos pueden
contribuir a paliar parte de su descrédito, acercando a los
jóvenes su forma y manera de trabajar y las dificultades que
lleva aparejadas la gestión.
|