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OPINIÓN - SÁBADO, 20 DE DICIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Viajes peligrosos
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Comenzamos con una semana en la que los movimientos, los desplazamientos y el cambio de lugar es una constante para una gran parte de la población.

Trenes a tope, vuelos al completo y las carreteras con atascos desde la salida de la gran ciudad hasta que se llega al pueblo más pequeño y más resguardado, en la sierra o en la orilla del mar.

Es la ley del tiempo en el que nos movemos, el constante desplazamiento, como si permanecer donde uno vive de ordinario fuera una maldición que hay que conjurar, poniéndose al volante, embarcándose o subiendo al tren o al avión.

Particularmente prefiero los desplazamientos por carretera, es lo que hace ser de tierra firme y alejada de la costa, que desde niño todos los desplazamientos eran casi siempre por medios propios, con lo bueno y lo mucho malo que, a veces, tiene eso.

Porque ahora, en esta época, y especialmente en las zonas que son frías, muy frías, en invierno, salir a la carretera conlleva muchos peligros, que no siempre uno mismo los puede capear, algunos de ellos ocasionados por despistes propios, a eso se agarran los de las estadísticas de la DGT, y otros muchos por el mal estado de las carreteras, especialmente en sus puntos negros, de lo que la DGT no quiere ni hablar, porque para ellos esos puntos negros no existen. Y junto a estas dos realidades existentes, están las propias de las inclemencias del tiempo, lluvia que no es peligrosa siempre, pero que hace auténticos estragos, de vez en cuando; nieve, más peligrosa que bonita, de ordinario, con el hielo que acarrea tras ella y, por si no hubiera bastante con eso, la niebla, en estos días, de la que se habla como de pasada sin que nadie preste la atención que de verdad merece, por lo complicada que se hace la conducción cuando te la encuentras en el camino.

Hace un par de días, en mi desplazamiento a tierras castellanas, ya bien entrada la noche, tuve la mala suerte de tener que cruzar parte de la Tierra de Barros con una densa niebla que me hizo pasar más miedo que cuando tengo que cruzar el Estrecho con temporal.

Y hay razones para ese miedo que digo, porque salvo por imperiosa necesidad yo jamás cruzo el Estrecho con levante fuerte, mientras que hasta ahora, en muchas ocasiones, había conducido con niebla sin el menos problema, o sin darme cuenta del problema.

Curiosamente he citado dos aspectos para viajar con peligro, el fuerte levante en el Estrecho y la niebla en la carretera, pues para más INRI una cosa y otra se suelen dar cada vez que ese famoso anticiclón, que se nos dibuja en la televisión, se pone sobre la península, cosa que me ha costado entender, pero que ya había comprobado en múltiples ocasiones anteriormente.

Lo que no acierto a comprender es como, y especialmente en estas fechas que se acercan, cuando se dan las previsiones del tiempo, del levante en el Estrecho nos enteramos, porque lo sufrimos, los que vivimos en Ceuta y pocos más, y sobre las densas y peligrosas nieblas casi no se habla y se pasa por ellas como si fueran un regalo más de Papá Noel.

Ahora mismo, cuando me supongo que más de un ciudadano de Ceuta está preparando sus maletas para salir unos días fuera, deberán tener cuidado si es que van a pasar por alguna de esas zonas que, de pasada, han citado con algunas nieblas. Es algo que no se puede uno tomar a broma, porque ese es otro de los puntos negros con tanto peligro como aquellos otros de los que no habla la DGT.
 

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