Siempre he sido fuel a mi
intuición, porque jamás me ha defraudado. La intuición no es
más que adelantarse a los acontecimientos antes que estos se
produzcan. Y una vez más mi intuición ha venido a darme la
razón, adelantándome a los acontecimientos.
Hace pocos días, en esta misma página escribía mi fórmula
para pode salir de la crisis que estamos soportando, dando
una solución que no arrastraba más de unos cuarenta millones
de euros. Cosa lógica nadie me hizo ni puñetero caso, pero
curiosamente el Gobierno toma unas medidas que si no eran
las mías, se parecían como dos gotas de agua, salvo en la
cantidad de dinero a invertir para solucionar el problema.
La diferencia era de unos miles de millones.
En ese mismo escrito de opinión, decía que dada mis grandes
dotes de economista, me iba a dirigir a Solbes para que me
diera un puestecito en su equipo. Y cosa curiosa a renglón
seguido, desechaba la idea de solicitar al Ministro de
Economía, ese puesto que le pedía, porque tenía el
convencimiento que a Solbes no le quedaba mucho tiempo en el
Gobierno al frente de su Ministerio.
Par de día después de haber escrito ese artículo, el
Ministro de Economía, en una intervención en un foro
económico ante periodistas insinuó que por su cabeza ronda
ya la despedida disparando la inquietud cuando afirmó “Mi
futuro político es el de alguien que ha tenido que estar en
este tipo de trabajo y de actuaciones durante toda su vida
profesional, pero hay momentos en los que a ciertas edades,
uno piensa qué tiene que hacer en la vida también”.
Ante la insistencia de los periodistas asistentes al acto,
aseguró que se refería a que no tiene intención de
presentarse a las próximas elecciones generales.
El presidente del Gobierno interpretó las palabras de Solbes
diciendo que “es evidente” que ni él ni su titular de
Economía están pensando en las elecciones generales, “para
las que queda bastante tiempo”.
Cada uno puede interpretar las palabras del Ministro de
Economía, como mejor le apetezca dependiendo, por supuesto,
de cuales sean sus intereses y lo que puede aportarle a su
favor que, Solbes, presente la dimisión de su cargo lo que,
sin duda alguna, sería un duro golpe para el propio gobierno
de Zapatero.
Cierto es que el Vicepresidente primero y Ministro de
Economía ha ido perdiendo protagonismo en los últimos meses,
mientras otros miembros del Gobierno lo ganaban. Esa es la
vida de la política y de los políticos, hoy estás arriba y
mañana estás abajo.
No es el momento de decir adiós y abandonar el barco, por
muy malos que sean los vientos contrarios que soplen. La
insinuación de, Solbes, su posible adiós a la política no es
le momento más oportuno ante la situación de crisis que
atravesamos.
Sigo pensando que, Solbes, es uno de los grandes economistas
no sólo a nivel nacional sino internacional pero, de la
misma manera, sigo siendo fiel a mi intuición, esa que nunca
me abandona, y no le pediré un puesto a Solbes en su equipo.
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