Es como podemos catalogar la
acción de la Policía Nacional en el desmantelamiento de una
red de “narcos” de la que se han detenido a más de 15
personas, se han decomisado 1300 kilos de hachís y ha dejado
abierta la posibilidad de que, por detrás, haya algo más que
no tardarán en caer.
El campo de operaciones partía de Ceuta y se extendía por
una buena parte de la provincia de Cádiz en el trayecto
Algeciras a San Lúcar de Barrameda.
La banda de “narcos” introducía droga, desde las costas de
Marruecos hasta el sur de la península, y los puntos
calientes de esta operación estaban en Ceuta y en San Lúcar
de Barrameda.
La policía ya llevaba bastante tiempo tras este grupo que,
por fin, fue cogido “con las manos en la masa”,
especialmente tras los registros del lunes y el martes.
Era la época propicia, en vísperas de unas fiestas muy
largas, con mal tiempo que hacía más complicados los
controles y con el Estrecho aceptable para poder maniobrar.
Tuvo un gran trabajo la UDYCO de la Jefatura Superior de la
Policía Nacional ceutí y, al final, se llegó al punto que se
venía buscando, dando por “terminada” la denominada
“Operación Masaco”, que podría tener alguna otra
ramificación, pero que el grueso de la operación ha
concluido con un rotundo éxito policial.
En esta ocasión la zona de registros, en Ceuta, fue en un
área muy distinta a donde se “peina” en otros instantes, en
las zonas cercanas a la frontera con Marruecos. Ahora se
trabajó en Pozo Rayo, en la falda del Monte Hacho, muy cerca
del campo del 54. Como es natural, el juez instructor ha
declarado el secreto de actuaciones.
Hay dos aspectos que particularmente me han chocado de una
manera extraordinaria, uno primero, la detención en San
Lúcar de Barrameda de 9 personas, una de las cuales tiene ya
81 años de edad. No me puedo explicar que un hombre a esa
edad esté metido en un charco como este, salvo que a lo
largo de sus muchos años, anteriormente, ya haya venido
actuando en esto.
El otro aspecto que tiene su importancia es que parece que,
se podía estar utilizando el Río Guadalquivir para
introducir la droga hasta el interior, tras haberla recibido
del Norte de África.
En Ceuta, en principio, se habla de otros 4 detenidos, que
debían ser piezas claves en el movimiento de coordinación y
traslado, tras haberse adquirido “el producto”.
No es extraño que haya costado varios meses atar todos los
cabos sueltos que había por las múltiples ramificaciones
desde Marruecos hasta su punto final, que ignoramos hasta
donde podía encaminarse.
El pasado lunes fue un día clave tras los múltiples
registros policiales, cuando se incautaron 42 fardos con
unos 1300 kilogramos de hachís, a lo que hay que unir
papelinas de cocaína, 74.000€ en metálico, tres coches, dos
motos, una motocicleta y una moto de agua. Lo que quiere
decir que se habían preparado a conciencia para llevar a
cabo todas sus operaciones.
Prueba de que no se ha querido dejar nada sin atar es que
una vez identificados los individuos, la Comisaría de Ceuta
solicitó ayuda al Greco de Algeciras, por cuanto quedaba
claro que la banda tenía otras ramificaciones en esa
localidad.
Lo único que aún queda es terminar con algunos pequeños
flecos.
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