La Federación de Balonmano de Ceuta, que preside Antonio
Olivares, organizó el miércoles una cena con colaboradores,
monitores y árbitros para despedir el año. Olivares, que
había expresado su deseo de abandonar el cargo después de
seis años para darle paso a savia nueva, decidió finalmente
presentarse a la reelección forzado por la falta de
candidatos y al contar con el apoyo de todos los miembros de
la Asamblea.
El presidente de la Federación ceutí asistió el lunes a las
elecciones a la presidencia de la RFEBM en las que Juan de
Dios Román derrotó a Jesús López Ricondo, la persona que
rigió los destinos del balonmano español en los últimos
catorce años. Román cree que “al balonmano español le sobran
títulos, pero le falta marketing” para equipararse al
baloncesto.
Antonio Olivares elogió la labor de monitores y árbitros,
además de rendir un homenaje al que fuera presidente en la
década de los setenta y ochenta, Manuel Navas Pérez por su
gran labor en favor del balonmano. El actual presidente
siente envidia sana de aquella época dorada en la que el
balonmano ‘pegaba’ con mucha fuerza en colegios e institutos
convirtiéndose en el segundo deporte con más licencias. El
homenajeado, que no pudo asistir al acto, agradece a
Olivares y sus colaboradores “la distinción”, después de
tantos años alejado del balonmano. Navas también señala que
“este reconocimiento debo compartirlo con personas que
aportaron mucho y fueron grandes colaboradores como Antonio
Ruiz, delegado del Consejo Superior de Deportes, Juanito Mur,
Pepe Benítez y Emilio Fernández Maese. Si no hubiera contado
con un gran equipo de trabajo no hubiese sido posible
realizar aquella labor”.
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