De la mano de la crisis económica y de la “responsabilidad”
para mitigar sus efectos sobre los ceutíes que todos
reclamaron a los demás y utilizaron para justificar sus
posiciones el Pleno de la Asamblea alumbró ayer un consenso
“histórico” alrededor del proyecto de Presupuestos de la
Ciudad para 2009 que, excepcionalmente, defendió su autor,
Francisco Márquez, y no el presidente Vivas. Tras 3 horas de
debate contenido en el que las peores dagas dialécticas
volvió a llevárselas la portavoz socialista y su partido,
tanto desde el Gobierno como desde UDCE-IU, los veinticinco
diputados respaldaron, como habían anunciado, la propuesta
del Ejecutivo.
Como si tal cosa, el consejero de Hacienda de la Ciudad
Autónoma, Francisco Márquez, puso ayer el punto final a dos
de los asuntos que más tiempo le han ocupado durante el año
que termina. A primera hora finiquitó el tira y afloja con
los representantes de los trabajadores de la Administración
local. A mediodía y después de tres horas de debate sobre su
proyecto de Presupuestos de la Ciudad para 2009 hizo
historia no sólo porque Vivas le concedió el “honor” de
defenderlo, sino sobre todo porque es el primer documento de
este tipo aprobado por todos los grupos políticos con
representación en la Asamblea por unanimidad.
Tal y como estaba anunciado, tanto los cuatro diputados de
UDCE-IU como los dos del PSOE votaron sí a su previsión
económica para el año próximo, aunque desde posiciones
ostensiblemente distintas.
Tanto que a Ali, que hizo de su intervención una causa
general sobre hacia dónde se dirige a todos los niveles la
ciudad, le sobró tiempo para acabar disparando, como había
hecho Márquez antes y como hizo Bel después de él, sobre los
bancos socialistas.
Después de varios meses de idilio político, con un puñado de
mociones conjuntas de por medio, la relación entre los dos
grupos de la oposición pareció haber vuelto a la que tenían
hasta hace dos años. Cada uno por lo suyo, el PP por la
presunta “incoherencia” de un PSOE que votó a favor de un
Presupuesto que aborrece y UDCE-IU por las disquisiciones de
Carracao a cuenta de quién se vende y quién no al Ejecutivo
de Vivas, los dos grupos mayoritarios trufaron la Sesión
Plenaria Extraordinaria que se celebró en el Palacio
autonómico de dardos a la portavoz socialista, Inmaculada
Ramírez, y a su partido.
Tal y como estipula el Reglamento de la Asamblea, Márquez
fue el primero en subirse al atril para defender su
propuesta, tarea en la que empleó 16 folios y algo más de
media hora para acabar reiterando que a su juicio el
elaborado es “el mejor de los Presupuestos posibles para los
tiempos que vivimos, más aún con las alegaciones que han
contribuido a mejorar entre todos el documento”.
Después de cumplir con el protocolo y agradecer a todo el
equipo de Hacienda, empezando por Intervención, el trabajo
realizado, Márquez volvió a los argumentos que ha manejado
sobre los Presupuestos desde hace dos meses: ante la crisis,
tres principios rectores básicos de actuación: 1) contención
del gasto prescindible; 2) adelanto de la inversión pública
como medida económica anticíclica; y 3) mantenimiento de una
“decidida apuesta por el gasto social”, al que se destinará
el 36% del gasto corriente de la Asamblea.
Además, Márquez recordó que cuando comenzó a trabajar en el
proyecto nadie preveía que la coyuntura económica empeorase
tan rápidamente y advirtió de que la no resolución de la
negociación del nuevo marco de financiación autonómica,
todavía inconclusa, no le han ayudado en nada.
Descontados esos inconvenientes (y la caída de Fondos
Europeos y el Presupuesto defendido y aprobado asciende a
302,3 millones de euros en términos consolidados (con las
sociedades municipales y organismos autónomos incluidos) y a
259,3 si sólo se tiene en cuenta la Ciudad Autónoma. De
ellos, más del 90% ya están comprometidos (en gastos de
Personal, en convenios, en créditos...) por lo que el margen
de maniobra político del Gobierno se limita a
aproximadamente 20 millones de euros.
De ellos, aseguró el consejero, el Gobierno ceutí ha optado
por primar “la atención a los más necesitados”, las
actuaciones vinculadas al desarrollo económico y a la lucha
contra el desempleo y a la inversión pública, que el año
próximo llegará a un nivel, 130 millones de euros, que según
advirtió el propio Márquez “difícilmente se repetirá en el
futuro”. “Creo que nos encontramos ante uno de esos momentos
en los que es necesario ejercer con valentía, con coraje y
con decisión la responsabilidad que ha sido depositada sobre
nosotros por los ciudadanos de Ceuta”, cerró el consejero su
intervención, “demostrando que somos capaces de, con
apertura de miras, inclinación al diálogo y capacidad de
ponerse en el lugar del otro, encontrar puntos comunes,
lugares de acuerdo y confianza para poder apoyar un
documento como este dando una imagen ejemplar a nuestro
pueblo”.
Ni austeros ni sociales
Nada más bajarse de la tribuna de oradores tomó su relevo la
portavoz socialista, Inmaculada Ramírez, que tal y como
había anunciado el miércoles dedicó su discurso a glosar sus
diferencias con el documento del Gobierno, al que volvió a
reprochar sus reticencias a facilitarle la información que
le solicita.
Con la que sí tiene la representante del PSOE no fue más
benévola. Ramírez cargó con dureza contra la previsión de
ingresos realizada por Márquez, que considera ficticia, y
volvió a denunciar un desmedido “afán recaudatorio” en forma
de presión fiscal en la Ciudad.
“De cada 100 euros se gastarán 36 en Personal, uno más que
el año pasado, en parte porque la plantilla de las
sociedades municipales sigue creciendo”, criticó tras poner
en cuarentena la supuesta austeridad de los gastos
programados y negar el “marcado carácter social” atribuido
por Márquez a su proyecto.
“Estos no son nuestros Presupuestos, son los suyos, pero por
responsabilidad nuestro voto será favorable porque todos
debemos unir nuestros esfuerzos en reforzar el sistema
económico desde la estabilidad ante la compleja situación
económica mundial en la que nos encontramos”, resumió la
portavoz socialista. “Como oposición, no nos gustan; creemos
que son manifiestamente mejorables y que ahondan y
perseveran en errores anteriores, pero somos responsables y
sabemos que es un documento, aún con sus errores, básico
para transmitir estabilidad a los agentes económicos que
actúan en la ciudad y a toda la sociedad, por lo que sin
pedir nada a cambio vamos a votarle a favor”, concluyó.
Cuando le dio la primera réplica Márquez se limitó a
contraargumentar: negó que haya más presión fiscal, rechazó
que ocultase información a la oposición, justificó el
aumento de la carga financiera en los daños causados por las
lluvias y comenzó a minar a su adversaria con los
instrumentos de costumbre: “Quien le haya escrito ese
discurso...”, “Aprecio cierto desconocimiento de la mecánica
presupuestaria...”, “Dijo que estaba del lado de los
trabajadores de la Ciudad y ahora critica el aumento del
gasto en Personal...”.En su última intervención Ramírez le
afeó esas alusiones (“cambie su discurso porque siempre dice
lo mismo”, le reprochó) y, en términos coloquiales, ironizó
con el “máster en Economía” que se ha currado en estas
últimas semanas. El comentario le valió las chanzas del
consejero: “Está un poco alterada, pero felicidades por ese
máster”, ironizó antes de criticarle que no valorase el
aumento del IMIS, acusarle de confundir el IPSI con el IBI y
reprocharle que no alegase como UDCE-IU.
“Este es el momento de la grandeza, de decir que sí a estos
Presupuestos porque realmente se apoya lo que el Gobierno
tiene pensado hacer”, reiteró Márquez, que así dio paso a
Ali antes de que, minutos después, Bel volviese a ensañarse
con los socialistas.
“Espíritu autonomista”
Como suele hacer, Mohamed Ali brindó a quienes siguieron el
debate los momentos más intensos del mismo en su turno de
palabra y en su debate con Márquez. Más allá de defender el
sentido de su voto y las razones que le asisten (“si me
llaman vendido por conseguir más salario social para los más
pobres, techo para quien no tiene y becas para los
estudiantes sí, lo soy”, llegó a decir) el líder de la
oposición hizo de su turno de palabra una llamada de
atención sobre hacia dónde se encamina la ciudad.
“No nos gusta la dependencia, cada vez mayor, que tenemos
del Estado; que Personal siga siendo un desbarajuste sin RPT;
que el recurso a los créditos sea cada vez más habitual; que
las empresas municipales sean un problema cada vez mayor ni
que se haya fallado de nuevo al Príncipe”, enumeró el
portavoz de UDCE-IU, que desde el principio quiso dejar
claro a Márquez y al PP que su voto a favor “no es un cheque
en blanco”.
Por todo ello, Ali intentó sin éxito arrancar varios
compromisos al Gobierno. Pidió que se comprometiese a
terminar la RPT en 2009; que se destine más dinero al
Turismo; que “desde la lealtad institucional” se promueva la
relación con Marruecos para beneficiarnos de su desarrollo,
que se “intensifiquen los esfuerzos” para obtener más
recursos propios; que se amplíen los objetivos en materia de
construcción de Viviendas de Protección Oficial (VPO) y que
la Ciudad se guíe por un “verdadero espíritu autonomista”
para, aún sin competencias, hacer “todo lo posible” frente a
problemas como el del fracaso y el absentismo escolar o el
del desempleo.
“Nosotros no vendemos nuestro voto, lo que hacemos es
condicionarlo a la ejecución de determinados proyectos y
partidas presupuestarias, pero igual que debo alabar la
disposición de la Consejería de Educación y lamentar la
gestión del MEPSYD en relación con las becas de Primaria
también tengo que denunciar que hemos fallado al Príncipe”,
prosiguió Ali.
El portavoz hizo propósito de enmienda y acusó al PP de
trampearle su acuerdo del año pasado: la rotonda de acceso a
la barriada no está terminada y de la pista de atletismo,
dosde los puntos de su pacto de hace un año, nada se sabe.
De la renovación de la red de saneamiento dijo lo mismo
antes de que, al contestarle, Márquez le diese mucho la
razón sin compromisos concretos.
“Agradezco su tono, crítico a la par que constructivo”, le
regaló los oídos el consejero, que sí adelantó que el año
que viene tomará medidas con las sociedades municipales y se
seguirá trabajando en el “redimensionamiento” de la
plantilla de la Ciudad.
A cambio, aunque siguieron discrepando en si Ceuta está muy
limpia (como “sacó pecho” Márquez) o no y en temas menores
como la tasa sobre neumáticos, Ali le eximió del pecado del
Príncipe: “No es culpa suya porque es un olvido y una
dejadez histórica, de su partido y de todos los demás, y que
es urgente y necesario resolver”, terminó.
“Prudente y responsable”
Con todo el pescado vendido le llegó su turno, el último, a
la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Yolanda Bel,
que optó por emprenderla de nuevo con Ramírez. “Después de
oír alguna de las intervenciones anteriores”, dijo en
referencia a la socialista, “pensaba que había cambiado de
opinión de nuevo sobre el sentido de su voto, como ha hecho
de forma incoherente en otras ocasiones sobre el Plan de
Inclusión Social o sobre la creación de un Organismo
Autónomo en el Instituto de Idiomas”.
PSOE al margen, la también consejera de Medio Ambiente
subrayó las virtudes de un documento que describió
“solidario y riguroso”, adjetivos a los que después sumó los
de “prudente, responsable y austero”.
“Efectivamente este documento es continuista porque, como
viene haciendo este Gobierno desde 2001, prolonga su apuesta
por el gasto social, promueve la inversión pública
anticipada para amortiguar los efectos de la crisis
económica y demuestra una contención voluntaria del gasto
prescindible, apartado en el que Presidencia, cuyas partidas
caen un 20%, da el primer ejemplo”, contextualizó.
Márquez se limitó a agradecer las palabras de Bel, a
agradecer el apoyo de la oposición, a la que volvió a pedir
“coherencia”, y a alabar las virtudes de la discrepancia
ordenada: “Una velada en la que todos están de acuerdo es
una velada perdida porque desde las diferencias se enriquece
el proyecto”, afirmó antes de congratularse por vivir “un
momento histórico de orgullo y satisfacción”.
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