Ahí es nada, 21 horas
incomunicados cientos de viajeros en una autopista de peaje.
Es el hazmerreír de medio mundo, y el cabreo de aquellos que
fueron “atrapados” en plena ruta, por una nevada que, ningún
organismo oficial, se había percatado de que se iba a dar.
La situación es grave y los responsables del Gobierno
Central, para Asturias o para León, si no han presentado ya
la dimisión es que lo suyo no es ir a trabajar por el pueblo
al que están representando y del que están cobrando, sino
que lo suyo es marchar de espaldas a la realidad y,
naturalmente, al pueblo.
Para más INRI, al ser de peaje, todos los que circulaban por
esa vía habían pagado religiosamente ese peaje y, al final,
se encontraron con que se les cerró antes la carretera que
si hubieran ido por un camino de cabras, que habría sido,
además, gratis.
Lo de las vías de peaje en este país es de “aurora boreal” y
de lo único que se preocupan es de cobrar, pero si no pides
el resguardo no te lo dan, ellos sabrán con qué fin. Además
de que cuando llegan momentos como el del domingo o el
lunes, siempre los pillan en paños menores.
Y al final, es curioso, tuvo que ser el ejército el que
pusiera un poco de orden en aquel descontrol, mientras que
los “inútiles” que debieran haber cubierto ese servicio no
fueron capaces de abrir, de inmediato, la vía en cuestión.
Una vez más ha quedado demostrado qué tipo de servicios
tenemos, ya metidos en el siglo XXI, en este país, pues el
hecho de haber dejado incomunicadas dos Comunidades
Autónomas como son Castilla – León y Asturias, con las
primeras nieves fuertes, nos demuestra, una vez más, que
todo lo que hablan de servicios es mera propaganda, y que
las explotaciones de autopistas, en este caso, y demás, se
conceden a “amiguetes” o a aquellos que fueron más generosos
en su día para el organismo encargado de la adjudicación.
Y es cierto que ha nevado mucho, pero esa nevada se ha dado
bien entrado ya diciembre, no ha sido en agosto, por lo que
haberse dejado sorprender es debido a que no se tiende a
tener los servicios perfectamente controlados para estos
casos.
Una vez visto esto, uno se tiene que reír cuando, al día
siguiente de estos “parones”, oímos que la Agencia Estatal
de Meteorología mantiene la alerta en León, Palencia,
Burgos, Soria, Segovia y Ávila.
De poco sirve mantener, de palabra, la alerta, si luego no
son capaces de atajar los problemas, cuando llegan.
Hubiera sido razonable que se hubieran dejado sorprender por
una fuerte nevada en Cádiz o en Sevilla, puesto que ahí es
raro que nieve en serio, pero que en León, en Asturias, en
Navacerrada o en Sierra Nevada no sean capaces de controlar
las carreteras, es que al frente de ese organismo no hay
profesionales serios, sino una cuadrilla de inútiles,
incapaces de saber por donde van, y más incapaces de ver
como se atajan circunstancias de este tipo.
Ahora, en dos días, veremos algunos reportajes, puros
montajes, de algún otro país por ahí, con carreteras
cortadas por las nieves, para así autodefenderse de lo que
no tiene defensa, como es la ineptitud.
Más vale que los días de Navidad o Fin de Año no vuelva a
nevar, porque más de uno correría el riesgo de no poder
cenar, o de cenar en la carretera a la luz de las estrellas.
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