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melilla - MIÉRCOLES, 17 DE DICIEMBRE DE 2008

 

informe

Melilla cuenta con uno de los
salarios sociales más alto del país

MELILLA
Jesús Andújar

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Comentó la consejera de Bienestar Social que la Ciudad de Ceuta acaba de instaurar un salario social similar al IMI (Ingreso Melillense de Integración) que funciona en Melilla desde hace cinco años. La ciudad hermana ha tenido a bien utilizar como guía el reglamento elaborado en su momento en Melilla, según lo manifestó ayer la consejera de Bienestar Social, Mª Antonia Garbín. Además señaló la responsable de Servicios Sociales que Melilla cuenta con uno de los salarios sociales (IMI) más elevados del país. Es más, la ayuda que se concede en nuestra ciudad a las familias sin recursos es de 630 euros al mes, “mientras que en otras comunidades que se declaran más solidarias en la lucha contra la pobreza, cuentan con un salario mínimo de 270 euros y una ayuda máxima de 300”, apostilló. “Es decir, Melilla, comparada con otras comunidades, incluida Ceuta, tiene uno de los salarios sociales de inserción más elevados”. En la actualidad en nuestra ciudad se benefician de esta ayuda un total de 250 familias.

Además manifestó Mª Antonia Garbín que el Gobierno de la Ciudad Autónoma pretende seguir luchando contra la pobreza, incentivando los servicios sociales. Ejemplo de ello es que en los Presupuestos de la Ciudad para el próximo año se va a incluir “un epígrafe especial destinado a la prevención y la inserción social”. La idea es incrementar las ayudas destinadas a temas como el endeudamiento familiar y al programa de emergencias sociales. La intención es intentar que las unidades familiares con menos recursos puedan sobrellevar la crisis que vive el país sin tantas dificultades. El IMI es un programa que busca atajar las situaciones de exclusión social desde la base. "A cada familia se le elabora su itinerario de inserción, una especie de acuerdo por el que reciben una ayuda económica mensual a cambio de cumplir las actividades que se les diseñen para acabar con la situación de exclusión", comento. Así, "no pueden rechazar ofertas de empleo que se consideren adecuadas; deben participar en actividades de colaboración social; no pueden mendigar y están obligados a escolarizar a los menores a su cargo".
 

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