Tanto el embalse del Infierno como el del renegado están
realizando desagües desde el pasado lunes al alcanzar el
tope de su capacidad tras las últimas lluvias de diciembre.
La capacidad de ambos pantanos suma los 2.285.414 metros
cúbicos con lo que la ciudad se asegura el consumo hasta el
próximo verano, según aseguró el gerente de Acemsa, José
Manuel Gómez Hoyos. El régimen de lluvias de este año podría
hacer disminuir las captaciones realizadas por la
desalinizadora.
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