Quien más, quien menos, las está
esperando y si llegan antes, mucho mejor. Andalucía, que no
en todo va a la cabeza, se ha dado cuenta de que hay que
sacar dinero y que si adelanta casi una semana esas rebajas,
se quitará de en medio, antes, muchos productos que ya no
tiene sentido que estén en sus estanterías y que si llegan
las rebajas más tarde no los van a sacar ni con, ni sin,
rebajas.
Y en Ceuta, como siempre, les pilla el toro a las primeras
de cambio, todavía no saben qué van a hacer, porque esos
tres o cuatro días, dicen, son muy buenos para vender y
sacar unos beneficios.
Lo malo es que, y que luego no se quejen, si el día 2 hay
rebajas desde Algeciras hasta Jaén, pasando por Málaga,
Granada o Almería, más de uno puede desplazarse al otro lado
del estrecho, hacer allí sus compras, volverse a Ceuta y no
comprar aquí.
No se puede querer todo a la vez, y más de un comerciante
querría que fueran los del otro lado del estrecho los que
vinieran a comprar aquí, ahora bien ¿Comprar qué? Y ¿Con qué
horarios?.
Esto, por una vez y sin que sirva de precedentes, no es
tanto cuestión del político de turno, como del comerciante
que tiene que saber dar salida a sus productos, si no quiere
quedarse con ellos.
Desde el comercio se habla de que los días 2, 3, 4 y 5 de
enero son muy importantes, que caen en fin de semana. Dicen
que además hay que abrir el siguiente domingo y que eso
supone otro desembolso económico.
Todo eso está bien visto, pero a medias, porque lo que no
debemos olvidar es que si en Andalucía comienzan las rebajas
el día 2, que es viernes, ese mismo día cientos de
“potenciales compradores” y no precisamente funcionarios,
únicamente, se van a desplazar a Algeciras, como mínimo, y
van a comprar allí esos productos que necesitan, y que allí
estarán en rebajas, mientras aquí habrá quien se quede
mirándose el ombligo.
Y como siempre alguno irá por otro camino, pero es normal
que Inditex, con sus Zara, Pull and Bear, Stradivarius,
Berska u Oysho no lo adelanten, para no hacer distinciones
entre sus establecimientos de Ceuta y los de Madrid,
Guadalajara o Pamplona. Esos van por otro camino. Esos son
establecimientos que están en Ceuta, pero también pueden
estar en Valencia o en Puerto Rico y siguen unas normas
similares para toda su red.
El comerciante, de verdad, de Ceuta es el que es de aquí,
reside aquí y no tiene más establecimientos que los de aquí.
Ese debe saber hacia donde va, si le interesa aprovechar al
máximo esos días, o seguir el camino que habían programado
anteriormente, pero sabiendo que, con su decisión, puede
estar haciéndose propaganda en su contra, o puede estar
abriendo el camino a que, posibles clientes vayan a comprar
fuera.
Que la elección no es fácil lo tenemos claro, pero que en el
comercio de Ceuta hay muchas cosas que no las tienen claras,
eso es una auténtica realidad.
En épocas como la que estamos viviendo, el comercio no puede
permitirse los lujos que se acaba de permitir el comercio de
Ceuta, con tres días seguidos cerrado todo, y si a esto se
le añade que durante cuatro días la clientela se pueda
marchar fuera a comprar, ellos sabrán, especialmente cuando
luego vienen dos meses de recuperación de los muchos gastos
de estas fiestas. Cada uno debe saber lo que hace en su
casa, eso por de pronto.
|