De nuevo, y ya van cinco veces en
este mes de diciembre, se ha producido un apagón en
diferentes zonas de la ciudad -preferentemente en los
sectores del extrarradio-, las más afectadas por el número
de ocasiones están siendo Benítez y Loma Margarita. Está
siendo común los pequeños saltos y amagos en la ciudad, algo
que preocupa a los vecinos de estos barrios que se ven más
seriamente damnificados por estos hechos. No se trata, como
en años anteriores, de ‘ceros’ totales, sino que
sencillamente todo indica que un exceso de lo denominado
como ‘carga’ hace provocar el salto automático de alguna
fase para aliviar la situación, algo de lo que debería
responder Endesa, la productora de energía eléctrica de la
ciudad.
¿Qué está pasando? ¿Por qué tantos cortes de fluido
eléctrico?. Anecdótico resulta el hecho de que el sábado en
mitad del partido de fútbol de la jornada miles de ceutíes
[residentes en las barriadas afectadas] se tuvieron que
conformar con el sonido de la radio [a pilas] para continuar
con lo que se desarrollaba en el Camp Nou. Pero este hecho
es simple anécdota. Lo realmente serio y a la vez
preocupante en el siglo XXI es que una ciudad supuestamente
moderna como lo es Ceuta no cuenta con un sistema eléctrico
adecuado a una sociedad que avanza en servicios, crece y
demanda cada vez más una suficiencia energética que parece
no llegar.
Ceuta debe producir lo que consume y estructuralmente se
encuentra en un callejón de complicada salida [nada barata]
para hallar una solución definitiva a este problema capital.
De nada vale seguir construyendo más viviendas, más
hospitales, instalar más módulos de desaladora... si no
existe una base de suficientemente solvente como para
ajustar la producción de energía que todo ese desarrollo
necesita.
Los vecinos y consumidores, que han de pagar religiosamente
sus facturas, son los primeros en encontrarse con estas
situaciones lamentables de falta de un mejor servicio, o por
lo menos, del exigible en función de lo que se paga.
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