José Antonio Carracao Meléndez llegó ayer, nueve años
después de afiliarse al partido, a la Secretaría General del
PSOE de Ceuta, formalmente refundado a mediodía en el Hotel
Tryp tras un año disuelto. Lo hizo con una victoria
relativamente amplia (20 votos de diferencia, 62 a 42, sobre
un censo total de 130 personas de las que sólo fueron a a la
Asamblea Constituyente 105) sobre Juan Hernández, que tras
el recuento de apoyos anunció que mañana mismo dejará el
partido. Carracao defendió la legitimidad de su victoria y
la necesidad de mantener el partido libre de convertirse en
“un contenedor de siglas”.
José Antonio Carracao Meléndez se convirtió ayer poco
después de la una de la tarde en el nuevo secretario general
del refundado PSOE de Ceuta tras una Asamblea a la que
acudieron 105 de los 130 militantes que decidió reconocer
como tales la Secretaría de Organización de Ferraz y su
Comisión Delegada. De ellos, 62 depositaron su confianza en
el asesor del delegado del Gobierno para llevar el timón de
la Federación durante los próximos tres años. El resto, 42
(hubo una abstención en la votación del nuevo líder),
respaldaron la alternativa que el jueves por la tarde aceptó
encabezar Juan Hernández tras la inadmisión en el censo de
Justino Lara, Javier Martínez y Gonzalo Sanz, cabezas
visibles de la sensibilidad que apuesta por hacer del PSOE
la casa común de toda la izquierda ceutí.
La Asamblea estuvo marcada de principio a fin por su
ausencia y la del resto de depurados (Rafael Leal, Manuel
Calleja, Salvadora Mateos, María Elena Torregrosa, Gema
Prieto, Francisco Sánchez Mena, Antonio Gil, Manuel Tenorio
y José Luis Martínez), muchos de los cuales se personaron en
el hall del Hotel Tryp a las nueve de la mañana, cuando
comenzó el plazo para acreditarse de los afiliados, con la
intención de pedir explicaciones a De la Encina y al
representante enviado por la Federal, un abogado llamado
Abraham Sanz que se negó a hacer más declaraciones a los
medios que la de que él estaba aquí “solamente para dar fe”.
El letrado podrá atestiguar en Ferraz que tras los años de
calma y unanimidad, real o fingida, que marcó la etapa de
Toñi Palomo al timón del socialismo ceutí el PSOE vuelve a
estar dividido por una sima que lo parte prácticamente en
dos mitades exactamente iguales. Aunque cuando ya supo de su
victoria Carracao dijo desde la tribuna que su triunfo lo
hubiera sido igual con los expulsados dentro, el ex
secretario general de Juventudes accede a su nuevo cargo con
el apoyo expreso de menos del 50% del censo y, lo que es
peor, con un 40% del mismo en pie de guerra contra él.
Cruce de acusaciones
Ayer mismo, al conocer su derrota, Hernández anunció que a
la vista de que su contricante no había hecho ni un solo
voto ante la Asamblea por propiciar la reconciliación
interna mañana mismo presentará su solicitud de baja como
militante del partido, anuncio que despertó alguna
solidaridad entre los presentes y un pequeño barullo con
quienes, desde la postura antagonista, le pedían frialdad y
“sumar y no restar”.
Peor aún fue la escena que parte de los inadmitidos
protagonizaron con Salvador de la Encina, el delegado del
Gobierno y el padre de José Carracao en la misma puerta del
hotel. Allí, mientras Martínez le pedía cuentas al diputado
por su exclusión, alguien llamó fascista a voz en grito al
parlamentario, que tras un momento de tensión acabó yéndose
con Fernández Chacón. El senador Carracao, que se quedó, fue
calificado de la misma forma por quienes seguían
escandalizados por la purga de la esposa de Basilio
Fernández y le imputaban no tener más interés que “colocar”
a su hijo, palabras que él tildó de “indignas”.
El esperpento lo completó el grupo de algo más de una decena
de militantes de Juventudes Socialistas de Ceuta que,
encabezados por su secretario general, Miguel Ángel Pérez
Triano aparecieron en ese momento en el hall, donde fueron
recibidos entre irónicos aplausos por su papel en la
Asamblea. La alternativa se fue con la convicción de que sin
su controvertida inclusión en el censo del partido y sin la
purga la victoria habría sido suya, aunque otra parte del
grupo hizo autocrítica y asumió haber tenido una “escasa
capacidad de movilización”.
Su mayor lastre fue, sin embargo, el no haber convencido de
la validez de su proyecto a prácticamente ninguno de los
militantes que no tenían su voto decantado antes de la cita,
si es que había alguno. Sus apoyos se circunscribieron a los
militantes socialistas vinculados al área de educación, al
puerto y a UGT. Enfrente, todas las familias tradicionales
del partido (Cordente, Miaja, Cerdeira…) se alinearon con
Carracao bajo dos axiomas principales: 1) lo que es del
partido debe tratarse de puertas para adentro y 2) el PSOE
ceutí debe seguir siendo “puro” y no entablar conversaciones
de calado con partidos como el PSPC o la UDCE.
A ambos puntos se refirió el todavía aspirante Carracao
durante el discurso previo a la votación para la Secretaría
General, acto que siguió a la conformación de la Mesa de la
Asamblea, cuando, a mano alzada, ya se atisbó la relación de
fuerzas existente: la propuesta del oficialismo recibió 56
votos mientras que la de Hernández, que dejaba dos vacantes
para que fueran ocupadas por el otro sector, sólo recibió
34. Su papel fue el de meros organizadores de la asamblea,
que no dio cabida al uso de la palabra más que para los dos
candidatos.
El primero en dirigirse a los presentes fue Hernández, que
dedicó casi media hora a hacer un balance muy crítico del
proceso de refundación dirigido por De la Encina y se
comprometió a que, si era elegido, mañana mismo daría
audiencia ante la Comisión de Garantías del partido a todos
los expulsados, con quienes se solidarizó al decir que él
había hecho “lo mismo” que sus compañeros inadmitidos y sin
embargo no había recibido la misma respuesta.
No al PSPC y a UDCE
Tras él, Carracao tomó el micrófono para defender la
legitimidad de los miembros de Juventudes para estar en la
sala, para lamentar el eco recibido en los medios por los
críticos a la gestión de la crisis realizada por el aparato
y para dejar claro que bajo su mando el PSOE seguirá lejos
del resto de la izquierda. “Este partido no debe ser un
contenedor de siglas”, advirtió, aunque sí dejó abierta la
puerta a que “individualmente” personas adscritas
actualmente a otros partidos puedan solicitar su entrada.
Todavía a puerta cerrada, los 105 militantes acreditados
emitieron sus votos sobre las dos candidaturas presentadas
por orden alfabético. A punto de cerrar las urnas, la
llegada de una afiliada afín a Hernández le brindó la
oportunidad a Carracao de mostrarse generoso y rogar a la
Mesa, contraria en un principio, que admitiera su papeleta.
Así se hizo.
Durante el conteo, nervioso, el aún aspirante salió al baño
y se tomó unos minutos con los periodistas. Después, volvió
a entrar en la sala para conocer el resultado final de boca
de Antonio Gros, que ejerció como presidente de la Mesa de
la Asamblea. Victorioso, Carracao se fundió en un abrazo con
el que será su número dos, Jesús Lopera, y con su rival,
Juan Hernández, a quien invitó a hablar primero al
auditorio.
Después de oírle decir que dejará el partido mañana mismo
por su nula disposición a rectificar sobre los depurados
Carracao, emocionado, agradeció a todos los presentes su
asistencia a la cita y su compromiso con el partido.
Mientras, en un gesto escasamente edificante, la inmensa
mayoría de los votantes de Hernández comenzaron a desfilar
hacia la calle denunciando haber vivido un pucherazo
electoral.
Ajeno a las deserciones, el nuevo líder del PSOE local dio
las gracias a su progenitor por estar a su lado en un
momento tan importante; tuvo un recuerdo para su antecesora
en el cargo, Toñi Palomo; y encendidos elogios para Salvador
de la Encina, mudo y aparentemente indispuesto toda la
mañana “por diversas razones”, según dijo Moya. “Abraham”,
terminó dirigiéndose al representante de Ferraz, que ya
había recibido en el hall cientos de reproches y con quien
había cenado la noche anterior en La Barraca, “quiero que le
transmitas a la secretaria de Organización, Leire Pajín, que
cuente con nosotros”.
“Tú lo has hecho todo”
Segundos después, nada más bajarse de la tarima, se dirigió
al fondo del salón para fundirse con el diputado por Cádiz
en un abrazo y decirle al oído “tú lo has hecho todo”. A su
vera, se abrazó también con el delegado, que limitó a ese
momento su aparición en la Asamblea y que al bajar se vio
obligado a apaciguar la ira de los inadmitidos en el momento
más tenso de la jornada.
Resuelta la gran incógnita, la Asamblea Constituyente del
partido terminó cerca de las tres de la tarde con la
protocolaria elección de la Ejecutiva Regional, que
compondrán el propio Carracao; Jesús Lopera como secretario
de Organización; José María Mas, también de la Delegación,
en Asuntos Económicos; Antonio Gros en el papel de
responsable de Innovación y Nuevas Tecnologías; Candelaria
Gutiérrez al frente de Medio Ambiente; Juan Díaz Triano como
presidente; Samira Mohamed, en Igualdad Milagros García para
hacerse cargo de Relaciones Institucionales y Política
Autonómica y María del Carmen Ruiz, de Bienestar Social y
Educación.
La también miembro de la ya extinta Comisión Delegada, María
Sánchez Miaja, será la representante de la Federación
Socialista ceutí en el Comité Federal del PSOE y Clemente
Cerdeira se hará cargo de la Comisión de Ética.
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