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OPINIÓN - SÁBADO, 13 DE DICIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

¿Por qué no pepero?
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Parece ser que Catalunya tiene predisposición para atraer todas las alternativas de los males. Si no es el Barça el que recibe improperios, lo son los políticos. Si el clima beneficia a unos empresarios, perjudica a otros. Si un periodista se pasa lo crucifican para que al día siguiente lo glorifiquen…

Bueno, queda mucha vida por delante y de todo tiene que haber, venir y fenecer. Por eso no merecería la pena exaltarse.

Antes de comenzar una nueva opinión quisiera que el amable lector aunque firme como anónimo, que se ha molestado porque yo menciono a los componentes del PP como peperos, me diga cómo quiere que los llame para que no se sienta tan ofendido hasta el grado de decirme que es de muy mala educación nombrarlos así: peperos.

A los socialistas los llaman a veces sociatas y otros términos despectivos; a los de ERC los tachan de republicanos de mierda y más términos asimismo despectivos y ofensivos; a los verdes los llaman comunistas y otros términos aberrantes, degenerativos y sádicos; etc. ¿Por qué no puedo llamar pepero a un miembro del PP? ¿Tiene alguna denominación específica?, que yo sepa pepero no tiene nada que ver con putero… ¿entonces, qué le ofende?

No deseo cansarme mencionando constantemente “miembro del partido de derechas PP o miembro conservador del Partido Popular” cada vez que quiera mencionar a un pepero, así que le agradeceré me de una denominación que sea de su agrado. Le aseguro que si resulta justa y “honesta” la usaré de aquí en adelante. Pero la crítica no me la quita, desde luego.

Puedo ser condescendiente con quién ignora la semántica en general, aunque yo no soy, ni mucho menos, un sabihondo que quiera corregir la voluntad crítica de los demás y ello me debe ser perdonable porque sólo expongo mi opinión personal y si mi forma de escribir ofende a quién quiere sentirse ofendido, ese ya es su problema.

Puedo echarle una manita con denominaciones distintas y de diversos calibres sin alineación alguna: pepista, pepé (por deferencia hacia los Pepes le pongo el acento), facha, fascista, autoritario, totalitario, derechista, tradicionalista, continuista, carca… y así seguiría con un largo tren de sinónimos… pero dejaré al amable lector que decida.

Nunca está en mí atenerme a una regla española muy usada. Me refiero que nunca he sido capaz de convertir a un adversario en un enemigo, cosa que ocurre por desgracia con demasiada frecuencia en nuestra piel de toro.

Por éste último párrafo me refiero a la postura de los peperos (hasta que no me diga el amable lector cómo quiere que los llame seguiré con la denominación) que elevan cualquier asunto a una categoría en la que nos jugamos la esencia del ser o no ser en cada debate.

Que el PP intente destruir un Gobierno autónomo, en cuya Comunidad no tiene nada que hacer, porque un diputado del Congreso suelte unas palabras sobre los Borbones, para que a la hora siguiente se coge de la mano con el mismo diputado para votar el veto a los Presupuestos… me pone enfermo.

Sería magnífico que los partidos en las antípodas del espectro democrático coincidan en políticas concretas en el Congreso o en el Senado. Ello probaría que han alcanzado una madurez democrática… pero la verdad es muy distinta.

Bueno, por hoy paso de política y centrémonos en otros temas. Por ejemplo, sobre el suceso de Gavá, el de la explosión de gas.

Como verán, al día siguiente de tan luctuoso suceso escribí un artículo en el que afirmaba que esa explosión que mató a seis personas, por ahora, tenía que ser debido a manipulaciones ilegales de las redes de suministro. Ahora descubren que existen anomalías… ¿para que seguir, si estoy demostrando que no ando errado?

Hablemos de los niños. Una lectora me escribe indicándome que se opone a la custodia compartida alegando que eso impediría el bienestar de los hijos, remachando que se han producido muchos casos de abusos por parte de los padres.

Le sugiero a esa lectora que se informe más a fondo antes de hacer esas declaraciones, porque este tipo de custodia compartida permite a los hijos y a sus padres compartir la vida. En cuanto a los abusos, le afirmo que se comenten muchos más abusos por parte de las parejas de las madres que por los propios padres. Lo podrá comprobar documentalmente.
 

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