Parece ser que Catalunya tiene
predisposición para atraer todas las alternativas de los
males. Si no es el Barça el que recibe improperios, lo son
los políticos. Si el clima beneficia a unos empresarios,
perjudica a otros. Si un periodista se pasa lo crucifican
para que al día siguiente lo glorifiquen…
Bueno, queda mucha vida por delante y de todo tiene que
haber, venir y fenecer. Por eso no merecería la pena
exaltarse.
Antes de comenzar una nueva opinión quisiera que el amable
lector aunque firme como anónimo, que se ha molestado porque
yo menciono a los componentes del PP como peperos, me diga
cómo quiere que los llame para que no se sienta tan ofendido
hasta el grado de decirme que es de muy mala educación
nombrarlos así: peperos.
A los socialistas los llaman a veces sociatas y otros
términos despectivos; a los de ERC los tachan de
republicanos de mierda y más términos asimismo despectivos y
ofensivos; a los verdes los llaman comunistas y otros
términos aberrantes, degenerativos y sádicos; etc. ¿Por qué
no puedo llamar pepero a un miembro del PP? ¿Tiene alguna
denominación específica?, que yo sepa pepero no tiene nada
que ver con putero… ¿entonces, qué le ofende?
No deseo cansarme mencionando constantemente “miembro del
partido de derechas PP o miembro conservador del Partido
Popular” cada vez que quiera mencionar a un pepero, así que
le agradeceré me de una denominación que sea de su agrado.
Le aseguro que si resulta justa y “honesta” la usaré de aquí
en adelante. Pero la crítica no me la quita, desde luego.
Puedo ser condescendiente con quién ignora la semántica en
general, aunque yo no soy, ni mucho menos, un sabihondo que
quiera corregir la voluntad crítica de los demás y ello me
debe ser perdonable porque sólo expongo mi opinión personal
y si mi forma de escribir ofende a quién quiere sentirse
ofendido, ese ya es su problema.
Puedo echarle una manita con denominaciones distintas y de
diversos calibres sin alineación alguna: pepista, pepé (por
deferencia hacia los Pepes le pongo el acento), facha,
fascista, autoritario, totalitario, derechista,
tradicionalista, continuista, carca… y así seguiría con un
largo tren de sinónimos… pero dejaré al amable lector que
decida.
Nunca está en mí atenerme a una regla española muy usada. Me
refiero que nunca he sido capaz de convertir a un adversario
en un enemigo, cosa que ocurre por desgracia con demasiada
frecuencia en nuestra piel de toro.
Por éste último párrafo me refiero a la postura de los
peperos (hasta que no me diga el amable lector cómo quiere
que los llame seguiré con la denominación) que elevan
cualquier asunto a una categoría en la que nos jugamos la
esencia del ser o no ser en cada debate.
Que el PP intente destruir un Gobierno autónomo, en cuya
Comunidad no tiene nada que hacer, porque un diputado del
Congreso suelte unas palabras sobre los Borbones, para que a
la hora siguiente se coge de la mano con el mismo diputado
para votar el veto a los Presupuestos… me pone enfermo.
Sería magnífico que los partidos en las antípodas del
espectro democrático coincidan en políticas concretas en el
Congreso o en el Senado. Ello probaría que han alcanzado una
madurez democrática… pero la verdad es muy distinta.
Bueno, por hoy paso de política y centrémonos en otros
temas. Por ejemplo, sobre el suceso de Gavá, el de la
explosión de gas.
Como verán, al día siguiente de tan luctuoso suceso escribí
un artículo en el que afirmaba que esa explosión que mató a
seis personas, por ahora, tenía que ser debido a
manipulaciones ilegales de las redes de suministro. Ahora
descubren que existen anomalías… ¿para que seguir, si estoy
demostrando que no ando errado?
Hablemos de los niños. Una lectora me escribe indicándome
que se opone a la custodia compartida alegando que eso
impediría el bienestar de los hijos, remachando que se han
producido muchos casos de abusos por parte de los padres.
Le sugiero a esa lectora que se informe más a fondo antes de
hacer esas declaraciones, porque este tipo de custodia
compartida permite a los hijos y a sus padres compartir la
vida. En cuanto a los abusos, le afirmo que se comenten
muchos más abusos por parte de las parejas de las madres que
por los propios padres. Lo podrá comprobar documentalmente.
|