O tres actuales historias de la
Fiesta del Sacrificio. Empecemos con la primera, los jeques,
activistas y meros simpatizantes presos en las cárceles del
Reino. Ahí siguen pese a ciertas expectativas y el diálogo
entablado. Mohamed VI, Rey de Marruecos y Amir Al Moumenim,
no ha considerado oportuno (enfatizo “por el momento”)
ninguna medida de gracia por tercer año consecutivo cuando,
según ciertos rumores, podrían haberse beneficiado 500
internos.
El segundo asunto guarda relación con los derechos de la
mujer: Mohamed VI anunció el miércoles, en un mensaje dado a
conocer por Mohamed Moatassim, “la retirada de Marruecos de
sus reservas respecto al Convenio Internacional sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la
mujer”; reservas que habrían sido superadas por las
legislaciones promulgadas al respecto, en primer lugar la
“Mudawana” o Código de la Familia. Bien dicho pero la “Mudawana”,
además de defectos de forma que abren la puerta al
casamiento forzoso de menores, está encontrando serios
problemas para su puesta en funcionamiento. Las lamentables
estadísticas al respecto no dejan lugar a dudas, pudiendo
alentar la idea de fracaso en esta ley que Mohamed VI,
personalmente y con coraje, sacó adelante en el Parlamento…
Supongo que el millón de islamistas que se manifestaron en
contra de la Mudawana por las calles de Casablanca, pesan (y
enturbian) socialmente lo suyo.
También puedo contarles, para terminar, la cizañera
concentración por parte de Mohamed Haddad y el curioso
entorno que le jalea (junto a algunos respetables
ciudadanos, que aun no saben bien de qué va la cosa) el
pasado miércoles 10, a eso de las 12.30 hora local, frente
al Consulado General de España en Tetuán. Me dicen que,
siendo generosos, sobre cuarenta personas asistieron esta
vez a la misma. ¿A qué sigue jugando Mohamed Haddad, quién
está tirando de los hilos…?. Las solicitudes de Haddad para
volver a España fueron tramitadas, por las autoridades
consulares, en los años 2006 y 2008, siendo rechazadas como
las de otros muchos marroquíes por, sencillamente, no tener
los papeles en regla; incluso fue recibido personalmente en
Tetuán, el pasado 3 de noviembre de 2008, por el propio
Cónsul y varios de sus colaboradores quienes le sugirieron
la vía del reagrupamiento familiar (su mujer e hija residen
en Madrid) para conseguir su objetivo, vía que un altanero
Haddad rechazó con desprecio; por cierto (¿acaso no es
verdad, Mohamed?) la misma postura que tomó conmigo cuando,
en una de nuestras densas conversaciones, salieron a relucir
sus posibilidades de volver a España. Oye Haddad, si tanto
interés tienes en regresar… ¿por qué no lo haces
indirectamente, vía Francia por ejemplo?. Pudiera ser que el
tío de tu mujer Khadiya, un hombre en lo profesional
excelentemente informado, si aun sigue como tengo entendido
en la Embajada de Marruecos en París bien podría echarte una
mano… Claro que a lo mejor, dado su peculiar puesto en esa
empresa de estudios y documentación, conoce bien lo que hay
detrás de ti y prefiere, prudentemente, no implicarse. Sería
entendible porque, ¿sabes Mohamed?, estás enfangado, has
mentido mucho y a todos; tu credibilidad es igual a cero.
Solo le sirves ya al abogado Haji para utilizarte como
desvencijada marioneta en sus particulares movidas.
|