Tras una intensa jornada de trabajo, los II Encuentros
Comunitarios fueron clausurados bajo una idea común:
desarrollar un programa de intervención comunitaria en el
terreno educativo en cuatro zonas de la ciudad y que son el
Sarchal, Benzú, Hadú y el Príncipe. El experto y líder de
las sesiones, Marco Marchioni destacó que “los niños van a
la escuela con la mochila cargada de problemas” que surgen a
raiz de la ocupación de zonas periféricas por familias de
inmigrantes.
Trabajadores sociales, animadores, técnicos socioculturales,
psicólogos, expertos en integración social y mediadores
interculturales se dieron cita durante la jornada de ayer
para participar en los II Encuentros Comunitarios
desarrollados bajo el lema Comunidad, participación y
desarrollo.
Desde tempranas horas de la mañana, los ceutíes junto al
asesor y experto en desarrollo comunitario y participación,
Marco Marchioni, trabajaron en la coordinación de los
recursos y el proyecto de intervención comunitaria centrado
en la educación que se espera que salga como fruto de esta
sesión.
Marchioni detalló desde el inicio que el primer elemento a
tener en cuenta serían las propuestas iniciales y el
proyecto final sería la conclusión de todas las
participaciones. El resultado: un plan de intervención en
cuatro zonas de la ciudad autónoma, entre ellas, Sarchal,
Hadú, el Príncipe y Benzú, que por el momento se está
fraguando.
Tal y como especificó Marchioni, “las contradicciones
sociales están explotando en el terreno educativo. Los niños
van a la escuela con la mochila cargada de problemas
sobretodo cuando proceden de zonas periféricas ocupadas en
su mayoría por familias de inmigrantes desestructuradas y
monoparentales”. A este respecto el asesor expuso que la
escuela pública en España se está quedando en los sectores
pobres y marginales y si se trabaja sin el contexto esta
marginalidad aumenta. Por ello, “si no existe participación
de la ciudadanía la iniciativa será inviable. Debemos
implicar al ceutí, haciéndole conocer los recursos que lo
rodean y todo ello enfocado a la educación”, sintetizó.
Dando pistas sobre esta propuesta que se quiere desarrollar
en un futuro lo más cercano posible, el logotipo que
caracterizará a esta iniciativa tendrá que ver con el agua,
en el sentido de su transparencia, su unión, su claridad. Un
símbolo universal a las cuatro culturas que conviven en la
ciudad autónoma y que une a la historia.
Para clausurar estos II Encuentros Comunitarios, Marco
Marchioni recalcó que “es necesario un trabajo de campo ya
que se trata de un proyecto de calle y no de despacho, que
requiere un fuerte y democrático tejido asociativo que
promocione la participación de la ciudadanía y que
contribuya a una mejora de las condiciones de vida de la
población y, en particular, de los sectores más débiles”.
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