PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 11 DE DICIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / SNIPER

Una bella historia del Talmud
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

Revisando estos días algunas notas, me encuentro con la dificultad para definir (sobre todo para los interesados) no ya el concepto de Judaísmo (hay sensibles diferencias entre el judaísmo ortodoxo y conservador, el tradicional, por un lado, con el reformista), sino el hecho de quién es propiamente judío, claro que en su momento los nazis (y ahora sus seguidores en la República Islámica de Irán) no tuvieron problemas para ello. Según la “Halajá” (ley judía) la vía materna es la dominante: es judío quien nace de madre judía. El escritor israelí Amos Oz va más allá: “ es judío quien se siente judío y quien comparte su vida y su destino con el pueblo judío. Beseder gamur. Señalemos que la “Halajá” marca la diferencia entre el Judaísmo Ortodoxo y el Reformista aunque y en cualquier caso, hay una amplia base de valores comúnmente aceptados por las diferentes corrientes. Pero, ¿cuál sería en síntesis la base ideológica del Judaísmo?. En la gran Menoráh erigida junto a la Kneset, el Parlamento israelí, figura un grabado de Benno Elkán en el que se ve a Hilel El Sabio enseñando la Torá (por extensión, la doctrina judía) a un gentil descansando sobre un solo pie; en el Talmud (Shabat, 31 a) se encuentra la historia de un gentil que desea convertirse a la fe judía, a condición de que ésta le fuera explicada durante el tiempo que resistiera parado sobre un solo pie. El rabino Hilel aceptó el guante y tomándole a su lado le narró. “No hagas a tu prójimo aquello que odiarías hicieran a ti mismo. Esta es la totalidad de la Torá, el resto solo son comentarios. Vé y estudia”.

Fue el médico y filósofo cordobés Maimónides, el gran Rambam (1135-1204, su tumba se encuentra en Eretz Israel, junto al lago Tiberiades o Mar de Galilea) quien a través de 13 Principios intentó trasmitir la esencia del Judaísmo desarrollando, en paralelo, el concepto de Dios intelectual, argumentando que la filosofía, el razonamiento, es una condición inherente a la fe judía, oponiéndose con esta tesis a otro gran filosofo con ribetes místicos, el toledano Jehudá Haleví, quien rechaza la especulación filosófica alegando que solo con el corazón podemos acercarnos a la verdad revelada. Pero fue el pensador Moisés Mendelsohn (1729-86), precursor del Iluminismo (Ilustración judía) quien, rompiendo tópicos, articuló por primera vez la imbricación del Judaísmo en la modernidad, alegando que la verdad religiosa es universal y puede obtenerse libremente a través de la razón, no requiriéndose ninguna revelación especial. Premio de la Academia de Prusia por su brillante “Tratado sobre la metafísica”, defendió a capa y espada en una de sus principales obras, “Jerusalén”, la libertad y la tolerancia religiosa; bajo ninguna circunstancia la religión debe imponerse. Hombre por lo demás de hondos sentimientos religiosos para quien la vida, sin fe y sentido de la trascendencia, pierde su valor y sentido, tradujo y comentó la Biblia hebrea (Tanak) al alemán.

Hay otro rasgo definitorio y en apariencia (solo en apariencia) paradójico con los valores religiosos universales preconizados por el Judaísmo: la Tierra. Desconozco cualquier otra fe, a lo largo del mundo, tan expresamente ligada a un territorio específico, como el Judaísmo. Tres veces al día, no importa donde cada cual se encuentre, se vuelve hacia el Este suplicando: “Y contemplen tus ojos cuando Tú retornes a Sión en misericordia”.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto