De vez en cuando, no en muchas
ocasiones, uno se lleva la satisfacción de que salgan, esos
personajillos de medio pelo y politiquillos del tres al
cuarto, que como las meigas haberlos haylos en todas partes,
gracias a que nacieron como los pollos de granja con la
llegada de la democracia, y que me den toda la razón de
cuanto décimos sobre ellos.
Como aguas pasadas no mueven molino, dejemos a un lado “a
tonto de los cojones”. Vamos al que dijo la hermosa frase,
salida de un cerebro con una enorme capacidad intelectual y
una educación exquisita y vayamos a otro personajillo que ha
salido a la palestra para aumentar mi ego. El diputado de
Ezquerra Republicana de Cataluña, Juan Tardá. No escribo
Catalunya ni, por supuesto, Joan, porque no me da la gana
¿Vale, colega?. Por principio sigo pensando que Cataluña
jamás fue una nación sino, simple y llanamente, un Condado.
Eso es lo que aprendí en el colegio, cuando era niño, y en
ello sigo mientras no se me demuestre de forma fehaciente
que estoy equivocado.
Este personajillo, diputado de ERC, que efectuará su próximo
congreso en una cabina telefónica y le sobrará sitio para
poner un estanco, con menos porvenir político que alguien
que yo me sé, y que no señalo porque está una jartá de feo
eso de señalar, ha soltado la siguiente “perla” “muerte al
Borbón” que, por cierto, fue aplaudido por todos los
presentes.
El acto encabezado por esta analfabeto, se inició llevando
el ataúd de la Constitución desde las Ramblas barcelonesa
hasta la palaza de los Ángeles, donde se procedió a la quema
de la Carta Magna, proclamando la independencia de Cataluña
pocos antes de entonar El Segador.
Este personajillo, politiquillo de medio pelo, ha hecho de
la monarquía una constante de sus actividades en los últimos
meses, cuando ha reclamado al Gobierno que rebaje el gasto
de la Casa Real y que se exija al Rey “hablar catalán”. Hay
que reconocer que el hablar el catalán es muy importante,
porque es un idioma que se habla en el mundo entero.
Vamos, es más, si usted desconoce el idioma catalán, es
mejor que no viaje a ningún lugar del mundo, porque hablando
español o inglés no va a haber un dios que les entienda.
Ahora en catalán, eso es otra cosa, le van a entender, vaya
donde vaya, hasta en los confines de la Tierra o del mundo
mundial. No es más tonto porque no entrena un par de minutos
a la semana.
Este personajillo, con gorra y pito con mando, sabe que de
no decir lo que dice, en las próximas elecciones si, ERC,
consigue un representante será un éxito sin precedente.
Su partido que es el de Carod Rovira, ese que se puso, en un
alarde de intelectual una corona de espina en la cabeza que,
por cierto, no le entró, tiene menos porvenir que un mono
con vértigo, a pesar de que unos cien jóvenes que no tienen
ni…idea, de lo que es la Repúblicas, ni el hambre que les
proporcionaría la independencia, le acompañen a un acto para
quemar la Constitución y aplaudir las cuatro chorradas que
larga este ignorante, con las que defiende su sueldo.
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