Acaba de terminar uno de los
últimos puentes del año, el de la Inmaculada, ya sólo quedan
otro par de ellos, el de Navidad y el de Fin de Año, y por
lo que hemos podido detectar, en este puente, no parece que
se haya notado excesivamente la crisis, por cuanto más de
cuatro millones de vehículos se han desplazado, desde sus
lugares habituales de residencia.
Eso de no haberse notado la crisis no es lo que dicen los
comerciantes o los restauradores, pero nosotros, hoy, sin
que sirva de precedente, vamos a abordar algo distinto a lo
simplemente económico.
Y, efectivamente, en el tráfico ha habido lo mismo en este
puente que en los precedentes, con la misma problemática y
con unas incidencias similares, posiblemente agraviadas por
el mal tiempo, a lo largo de estos días.
Mirando las salidas y los retornos, de estos días, más de
uno se pregunta si merece la pena salir de casa, para
pasarse varias horas en los atascos, al inicio y al final.
Lo que ocurre es que el mal humor ese del atasco llega
cuando se está en él, pero una vez llegado a tu lugar de
destino, cuando has dejado atrás el ajetreo diario, para
estar en otro ambiente, parece que sí que tiene sentido
haber salido “de puente”.
Las intenciones, por tanto, las mismas; los atascos
similares y en lo que no se va a la zaga, tampoco, es en los
accidentes. Este es el verdadero punto negro y por muchas
campañas que se hagan, los números no bajan, o si lo hacen
es tan poco, que nos encontramos casi igual que hace dos
meses, o tres o medio año.
Y ya que hemos citado la palabra campaña, ahora se está
ultimando la del alcohol y la conducción. Ya se habla de que
habrá más de 15.000 controles diarios, para evitar la
conducción tras las comidas o cenas navideñas, que ahora
comienzan en mayor número, a lo largo de estos días.
Y mira por donde, so pretexto de una seguridad en la
conducción, se comienza una campaña que va a perjudicar, y
mucho, a las empresas de restaurantes que, dicho sea entre
paréntesis, pagan impuestos, muchos, y tienen en sus
restaurantes un gran número de trabajadores. Pero hay más,
lo que no disimulan en el anuncio de esa campaña es que se
trata de una forma especial de “hacer caja”, porque lo
primero que se ve es eso de ¡¡600€!!. Es una poca vergüenza,
la serie de programadores que tienen para esto, dejando de
lado, intencionadamente, todos los puntos negros que hay,
había y va a seguir habiendo en muchas carreteras.
De los puntos negros en las carreteras de primer o segundo
orden no se habla. De puntos negros en autovías, tampoco se
habla. Eso para estos incompetentes parece no contar, y lo
único que se tiene en consideración es aquello de donde van
a poder sacar dinero, aunque sea arruinando a ciertas
empresas, para cubrir otros capítulos, en vez de para
señalizar mejor las rutas, para quitar curvas mortales, para
analizar peraltes mal hechos, o para acondicionar todos
aquellos lugares que, por los accidentes que se dan en
ellos, está claro que no están bien acondicionados.
A todo esto, de aquí a muy pocos días nos encontraremos en
los paneles el anuncio del “miedo”, recordando los muertos
que hubo el año pasado en estas fechas. Miedo, también, al
dinero que puede costar un desliz, pero el miedo, ese no se
anuncia, a ciertas carreteras mal acondicionadas no
aparecerá por ningún lado.
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