Líneas de autobuses sin apenas pasajeros, muchos comercios y
locales de Gran Vía y el Paseo del Revellín cerrados y un
Mercado Central con escasa clientela fueron los rasgos más
destacados de la jornada de ayer en la ciudad autónoma ante
la celebración de la Fiesta del Cordero o Aid El- Kebir, la
tradición musulmana de sacrificio de estos animales.
”Es una fiesta muy arraigada y realmente tampoco nos
perjudica mucho porque estamos acostumbrados y nos
preparamos ante llenando las despensas, teniendo en cuenta
que casi todo el mercado es musulmán y cuando llega esta
celebración cierran sus puestos”, explicó el ceutí Juan
González.
La Fiesta del Cordero o Aid El-Kebir, la celebración grande
de los musulmanes, dejó su huella durante la jornada de ayer
en la ciudad autónoma. Locales y establecimientos cerrados
en Gran Vía o el Paseo del Revellín, entre otras zonas;
líneas de autobuses sin apenas pasajeros, sobre todo en
aquellos cuyo recorrido alcanza la frontera con Marruecos. Y
quizás lo más impactante fue el aspecto del Mercado Central.
Plantas vacías, con escasos clientes, casi en silencio
sepulcral y puestos cerrados sin carteles de precios u
ofertas. Aunque los pocos comercios abiertos pudiesen
pronosticar ciertos beneficios ante la falta de competencia
muchos aseguraron que la festividad del sacrificio ha pasado
como un día más. “La verdad es que no he notado nada porque
cuento con mi clientela fija. Veo bien que cierren porque es
como nuestra Navidad y yo también cerraré cuando llegue la
fecha”, confesó una comerciante.
Otras, sin embargo, hicieron el ‘agosto’. “Al ser la única
frutería abierta, todos los clientes vienen a mi puesto y
puedo ganar incluso el doble que otros días pero sólo es una
fecha específica y tampoco es para tanto”, sintetizó África
Trola.
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