Según el cristal con que se mire, el empate cosechado por la
AD Ceuta en El Puerto de Santa María puede verse de una
manera o de otra. Se puede dar por bueno el punto si se
tiene en cuenta que los ceutíes se fueron al descanso con
dos goles de desventaja en el marcador y un hombre menos por
la expulsión de Pepe Martínez. O se puede dar por malo una
vez que los blancos, con dos goles de Onyema Elvis,
devolvieron las tablas para, con todo a su favor, Alberto
estrellar en la madera una pena máxima con la que se hubiera
culminado la remontada.
Así las cosas, de inicio el conjunto caballa salió dispuesto
a hacerse con el control de la situación. Lo que constató
Álvaro con un disparo que salió desviado antes de cumplirse
el primer minuto de juego. Pero los locales no estaban
dispuestos a dejarse amilanar y, espoleados por su público,
supieron sacudirse la presión para empezar a merodear la
puerta defendida por Lledó. Avisando con el remate de cabeza
de Iturralde que se fue por encima del larguero. Sendas
tarjetas de presentación que servirían para que se abriera
la contienda. Y tanto que se abrió. Porque antes de
cumplirse los primeros diez minutos el marcador se movería
en dos ocasiones.
Primero al recoger Javi Navarro un balón entrelíneas y,
aprovechando los espacios, plantarse en el área para batir a
Manu con pierna izquierda. Una ventaja que duraría poco, ya
que cuando ni siquiera había transcurrido un minuto, Alberto
cometió un clarísimo penalti al cortar la internada de Abel
en el área caballa. Una pena máxima transformada por Rubén,
que devolvía las tablas al marcador. Y a los ceutíes a su
teórico papel de dueños del esférico, con los rojillos
intentándolo a la contra. Un decorado en el que no faltó la
intensidad pero sí las ocasiones. Ya que el único
acercamiento llegaría con un disparo lejano de Elvis que no
encontró portería.
Así se alcanzó el ecuador de la primera mitad, cuando
llegaría una de las jugadas clave del partido. Así, en un
balón largo, sin aparente peligro, el colegiado señaló un
segundo penalti sobre Abel, expulsando a Pepe Martínez por
tarjeta roja directa. Dando pie a que Rubén le diera la
vuelta al marcador, tranformando la pena máxima. Lo que
complicaría muy mucho el panorama para los caballas, que
poco después encajarían el tercero al aprovechar los locales
el hueco existente en la banda. De nuevo Abel, que había
forzado sendos penalties, batió a Lledó de tiro cruzado. Lo
que originó, algo a destiempo, que Benigno Sánchez
reestructurada su defensa, retirando a Txiki y dando entrada
a Ángel Moreno. Lo que no evitaría que Sanlúcar, en acción
individual, volviera a poner a prueba a Lledó. Un Sanlúcar
que en el centro del campo le robó la cartera a Sergio
Castaño, dándole el pase de la muerte a Andrés Armada que no
acertó a poner el cuarto. Con los que terminaría la primera
mitad.
El segundo tiempo se inició con la entrada de Carlos
Valverde en lugar de Fran Amado. Lo que serviría para dar
nuevos bríos a los ceutíes, a pesar de que los locales
disfrutaban de la posesión del esférico, forzando ocasiones
de peligro como en la falta cometida por Ángel Moreno sobre
Sanlúcar a escasos centímetros del lateral del área.
Precisamente las acciones de estrategia serían el arma de
los ceutíes que lograrían recortar distancias al recoger el
nigeriano Onyema Elvis un balón rechazado por la defensa en
el interior del área y, con algo de fortuna, alojar el
esférico en el fondo de la portería. Un gol que espoleó a un
Ceuta al que todavía le quedaba un mundo por delante. Aunque
no tardarían mucho en empatar, al recoger Onyema Elvis un
balón desde la derecha y, tras golpear en un rival, batir a
Manu de fuerte disparo. Lo que desquició a los locales que,
después de perder la ventaja de dos goles y jugar con un
hombre más, empezaron a ponerse nerviosos. Y tanto porque,
con todavía media hora para el final del encuentro, Álvaro
fabricaría un penalti a la postre desperdiciado por Alberto
al estrellarlo en la madera. Una madera que igualmente
escupiría el lanzamiento cruzado de Andrés Armada.
En pleno correcalles ambos tuvieron sus opciones. Por el
lado visitante, Javi Navarro probó fortuna con un disparo
lejano que salió fuera por poco. Pero los gaditanos también
gozarían de las suyas, como en el remate de cabeza de Andrés
Armada o el disparo excesivamente cruzado de Carrasco ante
la salida de Lledó. Un Carrasco que se toparía con el meta
sevillano tras recoger un pase entrelíneas y chutar desde la
frontal. Imitando Manu a su colega, atrapando una falta
lejana botada por David Fas.
Con el tiempo ya cumplido, y en igualdad numérica por la
expulsión de Velázquez, los ceutíes pudieron ganar el
partido de no haber sacado Manu bajo palos un remate de
cabeza Sandro. Un encuentro de auténtica locura en el que
cualquier equipo pudo ganar... y perder.
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