LUNES. 1
Llega Javier Arnaiz al Restaurante ‘La pérgola’ y nos
ponemos a conversar. Debo decir, una vez más, que es una
gozada charlar con el arquitecto municipal. Tras las
primeras palabras de tanteo hablamos de literatura y surgen
las frases hechas como tema de conversación. Frases hechas
tan denostadas actualmente y tan en boga en la lectura de
los clásicos. El problema está, estimado Javier, en que
tales frases no hay que usarlas en exceso y sobre todo hay
que saber situarlas en su justo sitio y sin que sufran
ningún tipo de alteración. Y salga el sol por Antequera.
¿Sabes tú, Manolo, el origen de esa frase?... Lo que
yo sé es que equivale a decir que uno muestra una total y
absoluta despreocupación por las consecuencias o el
resultado de algo que va a comenzar. Y allá que Javier me
cuenta que corrían los inicios del siglo XV y Antequera
estaba bajo el poder árabe y las tropas cristianas venían
del norte de la Península para reconquistar sus tierras y
que el Infante don Fernando de Aragón dudaba
y... así hasta el final de la historia. En vista de que a
Javier le gustan tanto las frases hechas, he aquí mi
recomendación: que se compre, si aún no lo tiene, ‘A buen
entendedor...’ Diccionario de frase hechas de la lengua
castellana. Y le será posible hacer lo que yo suelo hacer
cuando necesito de ellas, consultar el libro. Porque
aprenderse de memoria las casi cuatrocientas que hay
publicadas, me parece que amén de imposible es una pérdida
de tiempo.
MARTES. 2
Hace ya bastantes días, concretamente el 8 de noviembre,
escribí de los influyentes de Ceuta. Y tras algunos
circunloquios, con los que pretendía ironizar sobre los
motivos que tiene ‘El Diario El Mundo’ para decirnos cada
año quiénes son las personas más relevantes de Ceuta,
terminé la columna con una alusión a José María Campos.
Sin el menor deseo de desmerecerle ni de herirle por medio
de sarcasmo alguno. Líbreme Dios de caer en esa tentación.
Lo que traté, confiado en su inteligencia y basándome en la
fuerte personalidad que atesora, de recordarle es que poco
favor recibe él del citado diario cuando aparece en esa
lista de influyentes ceutíes, rodeado de quienes lo son de
pacotilla. Pero está visto que la buena disposición de uno
suele irse al garete ya por no explicarse bien o por valorar
en exceso el caletre de la persona mentada. En fin, que
alguien muy allegado a mi estimado José María me ha puesto
al tanto, aunque deprisa y corriendo, que éste está molesto
conmigo porque piensa que lo he tomado por el pito del
sereno. Lo siento. Pero no ha sido mi intención causarle
semejante trastorno. Aunque lo que más lamento es haberme
equivocado al medir el grado de humor que anida en alguien a
quien la vida le sonríe en todos los sentidos y es tan ágil
con la pluma como en los negocios. Aclarado queda, pues, el
asunto.
MIÉRCOLES. 3
Desde hace ya mucho tiempo, es decir, desde que fue nombrado
Jefe de Gabinete de la Delegación del Gobierno, le debía una
visita a Sergio Moreno. Pero unas veces por pereza y otras
porque él no estaba cuando decidí acercarme al edificio de
la plaza de los Reyes, fui postergándola. Pero hoy, a esa
hora vaga de mediodía, pruebo fortuna y, al fin, puedo
conversar con Moreno en su despacho. Sergio me ha dispensado
siempre un trato exquisito. Y cuando ha necesitado
expresarme su disgusto por algo escrito por mí, no ha dudado
nunca en hacerlo en corto y por derecho. Pero jamás ha
traspasado esa línea donde las quejas se convierten en
ordinariez. Durante media hora, más o menos, Sergio y yo le
damos un repaso a una vida de Ceuta que él conoce de oídas y
que yo tuve la suerte de vivir intensamente. Entre
anécdotas, hay momentos para la risa y también nos es
posible recordar a personas que destacaron en su día y que
no han sido valoradas por desconocimiento o tal vez porque
se han quedado sin valedores. Cuando me despedía de Sergio
Moreno, Jefe de Gabinete de la Delegación, observo la
presencia en el pasillo de Manolo Bravo y de José
Antonio Carracao. Y, claro, se nos ocurre ponernos a
charlar de fútbol.
JUEVES. 4
Trabaja en Radio Televisión Ceuta. Y, aunque nuestras
relaciones no son fluidas, solemos saludarnos cuando nos
vemos y pocas veces nos paramos a charlar. Hoy, sin embargo,
se dirige a mí para recordarme que en ‘El Silbato’ siguen
sin darle cancha a ‘El Pueblo de Ceuta’. Y no me queda más
remedio que hacer un alto en el camino para intercambiar
impresiones sobre un hecho lamentable, consentido por el
presidente de la Ciudad y por el presidente del Consejo de
Administración de la televisión pública, Jaime Wahnon.
Y de la que Manolo González Bolorino se declara dueño
absoluto. Dueño de un cortijo donde se jacta de imponer su
voluntad por encima del ‘sursum corda’ que viniera a pedirle
explicaciones. Ahora bien, lo lamentable es que las
autoridades sigan permitiendo que sea ninguneado un
periódico por haber escrito yo que ‘El silbato’ es un bodrio
de programa deportivo. Y lo es, claro que lo es; y lo
seguirá siendo hasta que no lo remedie alguien con dos dedos
de frente y conocimientos del asunto... Mi conocido,
perteneciente a la televisión pública, y cuyo nombre omitiré
por razones obvias, me pregunta si Vivas conoce lo que le
vienen haciendo a este periódico. Y le digo que sí. Porque,
además de que lo vengo denunciando en estas páginas, de las
que me consta es lector, he tenido el gusto de contárselo en
la plaza de la Constitución, cuando se celebró el Día contra
la Violencia de Género. Así que por tales motivos no debería
hacerse el lipendi. Y, desde luego, haría mal si se le
ocurre salir diciendo que él jamás torpedea las decisiones
del director general de Radio Televisión Ceuta. En cualquier
tiempo omnisciente, omnipresente y omnímodo...
VIERNES. 5
A Salvador Guillén, ‘Doro’, para los amigos, lo
conozco desde hace muchos años. No sé cuántas habrán sido
las veces que nos hemos parados a pegar la hebra en plena
calle. Ora bajo un sol de justicia, ora disfrutando de una
temperatura excelente, ora con frío más o menos similar del
cual nos quejábamos hoy. Pero nunca me dio por escribir
siquiera unas líneas sobre esos encuentros a la intemperie.
Si bien el hecho tiene su explicación: me costaba trabajo
preguntarle a Doro por su nombre y apellidos, después de
tanto tiempo tratándonos. Suele ocurrirme con algunas
personas. Mas esta mañana, Salvador me facilitó la tarea. Me
explico: estábamos paliqueando cuando se unió a nosotros un
amigo de él y viejo conocido mío. Y de pronto, sin venir a
cuento, o tal vez sí, Doro me preguntó si yo conocía el
apellido de Juan José. Y le respondí que no. Y es que hacía
ya la tira de tiempo que no coincidía con Juan José Garrido
Parrilla. Quien nos dijo que le habían editado un libro:
‘Heráldica de Ceuta’. De modo que Doro y yo le prometimos
hacernos con un ejemplar.
SÁBADO. 6
Fue el viernes que Mustafa Mizzian se levantó de la
mesa a la que estaba sentado en la terraza de una cafetería
céntrica para contarme cuestiones relacionadas con la
política municipal y con sus deseos de volver a tener
protagonismo como político. Lo hizo porque pasaba por uno de
esos momentos de euforia que suele tener y que a mí no me
pasan inadvertidos. Puesto que llevo muchos años tratándole
y le tengo el aprecio suficiente para respetarle también
otros momentos de decaimiento donde le cuesta trabajo
incluso hacer el menor leve gesto de saludo. Mustafa me
habló de la política que está haciendo Mohamed Alí. Y
no dudó en decirme que está perdiendo clientela a pasos
agigantados. Quien fuera líder del otrora vigoroso Partido
Demócrata y Social de Ceuta, alega que Alí será castigado en
las urnas por quienes no le perdonan los vaivenes que viene
dando. Y, sobre todo, por lo bien que se viene entendiendo
últimamente con el consejero de Hacienda, Francisco Márquez.
Mustafa remató su opinión de la siguiente manera: “En cuanto
las asociaciones religiosas le quiten su apoyo a Mohamed
Alí, UDCE-IU se quedará en nada”.
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