Hecho insólito, la franquicia marroquí de McDonald’s ha
presentado sus excusas por un “error” cometido tras amputar
el Sahara Occidental del mapa oficial vigente en Marruecos.
El motivo de la discordia, unos regalos ofrecidos a los
niños con los famosos menús Happy Meal presentaban la
cartografía reconocida internacionalmente y no la que recoge
la constitución marroquí, es decir, no incluía como parte
integrante del Reino Alauí la vasta franja de territorio
comprendida entre Saguia El Hamra y Río de Oro, la ex
colonia española reconocida como Sahara Occidental.
Constatada la “grave afrenta”, fue la Asociación Sáhara
Marroquí la que dio primeramente la voz de alarma, a la cual
siguió un gran eco en los medios de comunicación hasta que,
finalmente, incluso algunos miembros del gobierno de Abbas
El Fassi habrían manifestado sus quejas por la amputación de
las “provincias del sur” - nombre que aquí se le da a la
región - del Reino de Mohamed VI.
Interés comercial mediante y ante el riesgo de provocar un
“incidente diplomático” con Washington, la cadena de
restauración, presente en Marruecos desde 1992, donde
actualmente cuenta con una veintena de establecimientos en
las principales capitales del país, procedió a retirar los
juguetes de la discordia, al tiempo que anunció su decisión
de reemplazarlos por otros más adecuados con vistas a
“reparar el perjuicio cometido”.
“Los juguetes incluían un pequeño mapa sobre el cual el
trazado de las fronteras era incorrecto. Lamentamos
profundamente este error y presentamos nuestras más sentidas
excusas a nuestros clientes y conciudadanos”, reza el
comunicado emitido por McDonald’s el pasado 1 de diciembre.
De este modo, con el reconocimiento público de culpa y con
el propósito de enmienda manifestado alto y claro, la
multinacional da definitivamente por zanjada cualquier tipo
de polémica territorial con el régimen de Rabat, con sus
medios y con algunos elementos de su sociedad civil.
Y es que las autoridades marroquíes emplean cada vez más
recursos en el ámbito internacional, fundamentalmente en
Estados Unidos, en la batalla propagandística que desde hace
más de tres décadas le enfrente al Frente Polisario.
Agencias de comunicación, reputados asesores, ex altos
mandatarios, grupos de presión e incluso prestigiosos
bufetes de abogados, todos han sido movilizados para llevar
a cabo esta empresa.
Así, hace apenas unos días, Covington & Burling, conocido
gabinete jurídico estadounidense, interpelado sobre la
legalidad de la extracción de fosfatos de parte de Marruecos
en la antigua colonia española, sentenciaba que la
explotación de este recurso era totalmente “legítima” a ojos
de la legalidad internacional vigente.
En este mismo orden de cosas, una nueva red de influencia ha
comenzado su andadura en Norteamérica bajo el nombre de
Morocco Board.
Esta trama lleva a cabo actualmente una campaña dirigida
contra Wikipedia, enciclopedia virtual interactiva y
participativa que consideran “hostil” a las tesis
marroquíes. Morocco Board insta a la diáspora marroquí a
participar activamente para finalizar esta suerte de
“dictadura pro Polisario” en el ciberespacio, incentivando
la publicación de artículos en Wikipedia sobre Marruecos y
el conflicto del Sáhara Occidental, con instrucciones
precisas para evitar la censura por las normas de edición de
esta enciclopedia virtual.
El fin último, ganar cada vez más terreno, más adeptos,
cambiar el punto de vista de amplias capas de la población,
en pro de una salida autonomista bajo soberanía de Rabat
para un territorio que el estado español dejó en 1975 y cuyo
expediente de descolonización, más de tres décadas después,
todavía permanece abierto.
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