La noticia conocida ayer de la
liberación de dos marroquíes (una mujer y su nieto),
familiares directos de un político de Tánger después de
formularse en la Jefatura Superior de Policía Nacional de
Ceuta la denuncia el pasado domingo, viene a dar muestras de
la rapidez operativa de la Policía y de la extraordinaria
fluidez con la que se llevó a cabo la coordinación con los
servicios centrales de Madrid una vez conocido el caso en
Ceuta.
El éxito de la liberación de estos dos ciudadanos marroquíes
deja claramente la idea de que en España la Policía, además
de no ser ‘tonta’, actúa con una profesionalidad de altísimo
nivel. Una muestra de ello la ha tenido esta familia
tangerina, cuyo representante civil -el político de la
saga-, ha comprobado casi de la noche a la mañana la
capacidad operativa de la policía de Ceuta en su permanente
conexión con los servicios centrales en lo concerniente a la
seguridad de la ciudad y del país. Eternamente agradecido,
el político tangerino, a la policía ceutí y española por
ende, evidentemente habrá comprobado de primera mano cuán de
relevante es que Ceuta sea una ciudad como la que es.
Pero la semana en cuanto a seguridad y operatividad policial
también viene dada por la labor de la Guardia Civil y, en
concreto, de la incardinada en la Comandancia ceutí. Su
labor investigadora y de seguimiento desde el pasado mes de
febrero ha traído como consecuencia el desmantelamiento de
una red nacional de pedofilia con 40 detenidos y más de 35
imputados. Lo que viene a ahondar en el evidente hecho de
que los funcionarios adscritos a la estructura de la Guardia
Civil en Ceuta disponen de una altísima cualificación y
mejor definido espíritu benemérito.
En esta semana que transcurre próxima al puente de la
Constitución, Ceuta ha sido protagonista por la excelente
labor de los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y
de la Guardia Civil, lo que es digno de ser resaltado,
valorado y motivo de orgullo para todos los ceutíes de bien.
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