Oscuridad, silencio, incapacidad, desconocimiento,
desequilibrio, rechazo, ignorancia, intolerancia. Estos son
pocos de los innumerables adjetivos que podrían describir
las situaciones de discapacidad que actualmente en Ceuta o
en Japón pueden experimentar muchísimas personas en su día a
día. Personas que no han elegido su destino pero luchan
contra él. Con su deficiencia psíquica, física o sensorial
siguen siendo humanos y como tales tienen los mismos
derechos y los mismos deberes que cualquier otro ciudadano.
¿Y por qué no se les ofrecen las mismas posibilidades que al
resto de mortales?, o ¿por qué se les dificulta aún más su
rutina diaria?; ¿se quiere, se puede o se debe ayudar?.
Según las ordenanzas municipales para la accesibilidad y la
eliminación de las barreras arquitectónicas, “la Ciudad
promoverá la adopción de medidas de acción positiva
necesarias para la efectiva aplicación de la misma así como
en su caso, la utilización de ayudas técnicas que
contribuyan a mejorar la calidad de vida de las personas”.
Pero, ¿se cumple?. “Ceuta está rozando el aprobado en cuanto
a barreras arquitectónicas. Entendemos que se trata de una
ciudad con edificios antiguos que no son solucionables, como
pueden ser ascensores en lugar de escaleras. Pero nos
fastidia un poco que se sigan construyendo edificaciones
nuevas, locales comerciales o lugares de ocio sin tener en
cuenta esas barreras arquitectónicas porque sigue habiendo
permisos de apertura en los que no se han revisado por parte
del Ayuntamiento. Se les ha dado el visto bueno y no se han
adaptado para que los discapacitados también puedan
disfrutar de ellos”, explica Mercedes Medina, presidenta del
CERMI.
Según el objeto de la ordenanza municipal de Ceuta, “se
establecerán las normas y criterios básicos destinados a
garantizar la accesibilidad del entorno urbano, de los
espacios públicos, de los edificios, de los medios de
transporte y de los sistemas de comunicación para su uso y
disfrute por todas las personas y en especial a las
afectadas por cualquier tipo de discapacidad orgánica u otra
limitación psíquica o sensorial, de carácter temporal o
permanente”. Pero, sin embargo, “en infraestructuras varios
sitios carecen de facilidades. Por ejemplo, si vas a la
Seguridad Social, que es un edificio público y tienes muchas
veces que hacer uso de él, no tiene adaptación, tampoco
Hacienda. La Ciudad Autónoma tampoco está adaptada entonces
es inevitable que luego concedan licencias si los edificios
públicos pecan de poner barreras”, argumenta Damián
Castañeda, afectado.
Hay muchas barreras ante la discapacidad y no sólo las
arquitectónicas, sólo que estas son las visibles, las que se
perciben. ¿Pero qué ocurre con las sensoriales?. Según estas
ordenanzas, “todos los sistemas de megafonía, aviso o
emergencia que utilicen fuentes sonoras, se complementarán
por paneles informativos luminosos y, para los sistemas de
alarma, con impacto visual que capten la atención de las
personas con problemas de audición”. Aunque la realidad no
estás escrita en ninguna parte. “En cualquier sitio, en
cualquier edificio público donde pueda existir un incendio,
tienen el ruido o la campanita de aviso y todos lo
escuchamos y salimos corriendo, como puede pasar en un
hotel. Pero el sordo no la escucha y si no existe una señal
luminosa, ¿qué pasa?. O los semáforos, que son otro ejemplo.
Quisieron poner los acústicos para dar facilidad a los
ciegos, que sólo se instauraron en el centro y en otras
zonas no, y en reuniones con la Asamblea comentaron que a
muchas personas les molestaba. Entonces se llegó al acuerdo
de dar a los invidentes un mando y cuando ellos pulsan, es
cuando se escucha el sonido. Pero eso fue en octubre o
noviembre de 2006 y estamos esperando aún”, precisaba la
presidenta del CERMI.
Es por estos y muchos motivos más por los cuales, no sólo en
Ceuta, se sigue celebrando hoy el Día Internacional de la
Discapacidad. Para recordar y reclamar a los poderes
públicos y a la sociedad en su conjunto la necesidad de
adoptar medidas transformadoras que garanticen la igualdad
de trato y oportunidades y acaben con las discriminaciones
de toda índole que todavía sufre este grupo social.
Es entonces cuando se debe solicitar “que los edificios
públicos intenten estar adaptados y no vale que sean en
puertas traseras, por donde entran los presos en los
juzgados, porque sólo allí hay un ascensor y yo por tener
silla de ruedas sólo tenga ese acceso. Lo que valen son las
adaptaciones que yo pueda disfrutar como el resto de la
ciudadanía, por donde entre todo el mundo. Y lo mismo ocurre
en la Delegación del Gobierno; yo no quiero entrar por la
parte de atrás. Lo que quiero es una adaptación que me haga
sentir como un ciudadano más”, confesaba Damián Castañeda.
A esta suma de peticiones se une además la Unión General de
Trabajadores, que defiende la eliminación de las barreras
sociales, de limitaciones en aspectos de la vida cotidiana
como puede ser el derecho a un empleo, a esa integración
social humana y que es necesario reivindicar. “UGT defiende
la integración laboral de las personas con discapacidad a
través del acceso al empleo ordinario y para ello considera
imprescindible impulsar el cumplimiento efectivo de las
cuotas de reserva de puestos de trabajo, y la lucha contra
la discriminación como elementos para hacer realidad el
principio de igualdad de oportunidades de estos
trabajadores”.
La unión hace la fuerza y por ello no podemos olvidar este
Día Internacional de la Discapacidad.
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El CERMI entrega los premios del certamen
fotográfico e inaugura su exposición
Desde tempranas horas de la
mañana, y a pesar de las frías temperaturas registradas
estos días, el Comité Español de Representantes de Personas
con Discapacidad en Ceuta (CERMI) se ubicará en un stand
improvisado en el Paseo del Revellín donde los ceutíes
podrán adquirir todo tipo de informaciones referentes a la
discapacidad ya que hoy se conmemora su Día Internacional.
Por él se prevé que pasen, sobre las once y media de la
mañana, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y la
consejera de Asuntos Sociales, Carolina Pérez. Con la caída
del sol, el hotel Ulises acogerá la lectura del manifiesto,
a cargo de la presidenta del CERMI, Mercedes Medina, la
entrega de premio del Certamen Nacional de Fotografías así
como la inauguración de la exposición.
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