Qué puede haber de positivo en que el INEM tuviera
registrados al final del mes de noviembre a 7.427
demandantes de empleo en sus oficinas ceutíes, 327 más que
el mes anterior y 539 por encima de los datos de hace
exactamente un año, datos que siguen situando a la ciudad
como líder destacada en lo que a porcentaje de población en
edad de trabajar que no lo hace? El Consejo de Gobierno
encontró ayer una lectura alentadora de estos datos: Ceuta
es la autonomía española donde menos ha crecido el desempleo
(un 7,83%) durante los doce últimos meses, muy por delante
del resto de regiones (Melilla es la que nos sigue más de
cerca, con un incremento del 14,82% y la media nacional se
sitúa en el 42,7%).
Todo ello, además, con la puesta en marcha del Plan de
Empleo Adicional de la Delegación del Gobierno, que restará
medio millar de solicitantes de empleo a partir de enero, y
la imperiosa necesidad de contratar antes de mayo a más de
400 parados más gracias a los planes estatales de Inversión
Municipal y Dinamización de la Economía. En suma, unos mil
desempleados que saldrán de las listas del INEM (los
primeros, durante seis meses; los segundos, durante algo
menos de un año). Así las cosas, el verano que viene, cuando
se supone que aún azotará con fuerza el temporal de la
crisis económica, Ceuta debería ser la campeona nacional del
empleo en la peor de las coyunturas posibles.
Todo ello, claro, en teoría. Las obras que se ejecuten con
cargo a las nuevas partidas del Estado deberán salir del
INEM, pero no necesariamente de las oficinas de Ceuta, donde
sólo hay 582 desempleados adscritos a la Construcción y la
mitad del total de demandantes tiene un grado de
ocupabilidad bajo o muy bajo.
“Somos la región donde menos ha crecido el paro durante el
último año y ello nos invita a mantener la línea de acción
institucional conjunta que hemos mantenido hasta ahora,
incrementando en lo que a nosotros respecta las partidas
dedicadas a Políticas Activas de Empleo a pesar de carecer
de competencias”, adelantó Bel, a la que por la tarde UGT
ratificó en sus convicciones a través de un comunicado en el
que reclamó “coordinar las actuaciones” de los poderes
públicos y los agentes socioeconómicos “para paliar los
efectos de la crisis”.
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