Los embalses del Infierno y el Renegado suman 1.892.121
metros cúbicos, con lo que se ha alcanzado un 82,79 por
ciento de su capacidad máxima. La obra financiada con un
millón de euros por el antiguo Ministerio de Medio Ambiente
en el Arroyo de las Bombas ha permitido que Acemsa pueda
realizar las captaciones de las últimas lluvias. Durante la
semana pasada la tormenta dejó 262,4 litros por metro
cuadrado.
La semana de constantes precipitaciones ha permitido el
llenado completo del embalse del Infierno y que el Renegado
llegue al 75,89 por ciento de su capacidad máxima. El
Infierno almacena un total de 654.266 metros cúbicos y el
Renegado ha recogido 1.237.855 con lo que la ciudad ha
alcanzado el 75,89 por ciento de sus reservas de agua.
Las precipitaciones en noviembre han sumado 311,40 litros
por metro cuadrado de los que 262,4 se produjeron la semana
pasada. El miércoles 26 fue el de lluvias más intensa
registrándose 107,50 litros por metro cuadrado seguido del
sábado en el que cayeron en la ciudad 75,20. La obra
comenzada a principios de diciembre del año pasado por el
Ministerio de Medio Ambiente en el Arroyo de las Bombas con
una financiación de un millón de euros ha permitido que la
empresa municipal de aguas (ACEMSA) realice mejores
captaciones que asegurarán el consumo para este verano.
Igualmente desde Acemsa se piensa que se podrá disminuir las
tomas de la desaladora, lo que supondrá un ahorro económico.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se ha
visto obligada a aperturar el embalse del Infierno para
desagüar parte de las lluvias una vez que se ha alcanzado el
máximo de su capacidad. El agua desechada se dirige a uno de
los arroyos donde debería ser captada para ser almacenada
por el otro embalse. En los últimos años sólo ha habido que
abrir la presa en cuatro ocasiones y jamás a la altura del
mes de noviembre.
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