Desde la generalización de los tratamientos
antirretrovirales a mediados de los 90, la incidencia del
Sida ha experimentado un progresivo declive. Con todo, en
España se estima que hasta finales de junio, se han
producido 1.345 nuevos casos de esta enfermedad provocada
por el VIH, cifra que es un 80% inferior a los notificados
en 1996.
El 5 de junio de 1981 las revistas médicas comenzaron a
hablar de la aparición de una nueva enfermedad desconocida
que afectaba al sistema inmunológico, provocando la muerte
de los primeros pacientes. A lo largo de estos veintisiete
años de Sida en el mundo, el virus ha causado la muerte de
más de 27 millones de personas y mantiene infectadas a otros
33 millones, entre hombres, mujeres y niños, principalmente
del tercer mundo.
Melilla y el Sida
Según datos del Plan Nacional sobre el Sida, en Melilla hay
confirmados 83 casos de VIH/Sida, a fecha del 30 de junio de
2008, y el último se incorporó en el último año y medio.
Esto viene a suponer que el 0,11% de la población local
tiene la enfermedad o es portadora del virus. El colectivo
de drogodependientes por vía parenteral es más numeroso con
52 casos. De lejos le siguen los heterosexuales y
homosexuales con 13 y 9 casos cada grupo respectivamente.
Por transfusiones de sangre contaminada hay dos casos, cifra
que también se repite en el caso del contagio de madres a
hijos. Existe un epígrafe de otros, en el que se registran 5
portadores.
Otro dato a tener en cuenta es que son más numerosos los
casos de Sida en hombres que en mujeres, puesto que de los
83 casos contabilizados, 67 eran hombres y 16 mujeres. Según
las estadísticas, el número de casos de Sida Melilla ha
experimentado una importante fluctuación desde el año 1986
hasta la actualidad. De hecho, entre los años 1981 y 1998 se
diagnosticaron 51 casos. La cifra se mantuvo más o menos
estable con subidas importantes como los seis casos de 1998
o el único caso de año 2001. En 2003 se censaron 5 nuevos
casos de Sida, tres nuevos en 2004, dos en 2005, tres en
2006 y 1 más entre 2007 y 2008. Según el Ingesa, en 2005
sólo 58 personas recibían tratamiento con retrovirales en el
Comarcal.
La prevención sigue siendo el arma principal para combatir
esta plaga y es que ya no puede hablarse de colectivos de
riesgo, puesto que el mayor volumen de enfermos y portadores
se da en personas heterosexuales. Las campañas de
concienciación se centran principalmente en el uso del
condón para evitar el contagio.
España, con 76.386 casos censados desde 1981 y 1.345 nuevos
casos en el último año, continúa siendo uno de los países
con mayor incidencia de Sida en Europa occidental. Por ello,
el Ministerio de Sanidad insiste en la importancia del
diagnóstico precoz de la infección por VIH como elemento
clave, junto a las medidas preventivas, para avanzar en la
reducción de la tasa. En este sentido, desde la Secretaría
del Plan Nacional sobre el Sida se recomienda la prueba del
Sida a las mujeres embarazadas y a las personas que hayan
tenido conductas de riesgo en las relaciones sexuales y en
el uso compartido de material para la inyección de drogas.
Hacerse la prueba permite el diagnóstico precoz, que es la
condición esencial para mejorar el pronóstico y la calidad
de vida de los infectados. Es clave también para evitar la
transmisión a otras personas.
Hay que recordar que el VIH ataca a las defensas del
organismo destruyéndolas progresivamente, de manera que la
persona infectada puede sufrir infecciones graves y tumores.
El Sida es el resultado del trabajo silencioso del virus al
destruir las defensas. El VIH se trasmite a través de
sangre, semen, secreciones vaginales y en menor medida por
la leche materna de personas infectadas. Los tratamientos
actuales con retrovirales han mejorado considerablemente la
calidad de vida de los enfermos de Sida.
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