Había que ganar y se ganó. Eso sí, con muchos más apuros de
lo que se desprende del tres a cero final favorable a un
Ceuta que comparecía necesitado de puntos. Y es que, la
crisis de resultados que arrastraba el conjunto caballa,
después de sumar seis puntos de los últimos veintisiete
posibles y acumular cinco jornadas sin ganar, obligaba a los
ceutíes a doblegar a un Granada 74 situado en zona de
descenso y envuelto en innumerables problemas. Lo que no
evitó que los nazaríes plantearan batalla en el Alfonso
Murube.
Para evitar sorpresas, Benigno Sánchez puso toda la carne en
el asador desde el comienzo. Así el técnico murciano apostó
por el 4-4-2 en rombo, con Elvis por la derecha, Txiki por
la izquierda, Álvaro en la mediapunta y Javi Navarro
haciendo pareja con Fran Amado. Lo que no sirvió para que
los blancos disfrutaran de ocasiones. Tanto es así que en la
primera mitad el cuadro caballa no supo hacerse con el
control de un partido marcado por las alternativas. De
hecho, el primer disparo sería para los visitantes por
mediación del ex del Ceuta Thierry, cuyo intento desde lejos
se fue por encima del larguero. Mientras los blancos
probaban en acciones de estrategia, colgando balones al
interior del área como el que remató Juanfran y golpeó en la
mano de Milla. Acción de la que, tanto el colegiado como su
asistente se desentendieron al no señalar penalti.
Los minutos pasaban y a los granadinos, que comparecían con
cuatro lesionados, le empezaban a surgir nuevos
contratiempos por problemas físicos. El primero al
lesionarse Torres y entrar Gámiz en su lugar, y el segundo
al sustituir Moreno a Juanma Morán. Una acción, esta última,
que fue clave para que llegara el primer tanto caballa, al
coincidir que los rojillos se hallaban con un hombre menos.
Lo que llevó al equipo de Miguel Rivera a encerrarse en su
área, permitiendo que Fran Amado rematara un balón que no
atrapó Camacho y, sobre la línea de gol, Onyema Elvis la
empujara ante la pasividad de la defensa. Un Elvis que pudo
hacer el segundo poco después al fallar, por querer ajustar
en exceso, una ocasión clarísima a pase de Álvaro.
A pesar de verse por debajo en el electrónico, y con dos
cambios realizados, los granadinos no le perdieron la cara
al encuentro y disfrutaron de dos oportunidades antes del
descanso. La primera al sacarse Moreno un centro chut, al
que estuvo a punto de llegar Bordi, que salió por línea de
fondo, y la última del propio Moreno al poner un peligroso
centro desde la derecha blocado por el sevillano Lledó.
Aunque las ocasiones realmente claras para los rojillos
llegaron tras la reanudación, cuando el empate amenazó el
marcador. Tanto es así que, en el primero minuto, Milla botó
un saque de esquina rematado de cabeza por Juanma Pérez y
sacado en la misma raya de gol por Txiki. Acción que metió
el miedo en el cuerpo a los locales. A continuación Moreno
culminó un contragolpe cuyo disparo, demasiado escorado,
salió fuera por poco. Un Moreno que, un minuto después, puso
el pase de la muerte a un Sergio Molina que se topó con un
acertado Lledó que supo cómo sacársela de encima. Todo ello
en los primeros cinco minutos, cuando los visitantes
encerraron a los caballas en su propio área. Una presión que
se prolongó hasta los primeros veinte minutos, gozando de
nuevas aproximaciones. Por ejemplo la que nació en las botas
de Juanma Pérez, al botar una falta que murió en las manos
de Lledó, o en las de Thierry, que aprovechó un balón suelto
para volver a poner a prueba al meta sevillano que detuvo en
dos tiempos.
Pero el que perdona, lo acaba pagando. Y así, superado los
primeros veinte minutos, en una rápida acción por la
derecha, Álvaro telegrafió un balón a Elvis que el nigeriano
llevó al fondo de las mallas. Un segunto tanto que sirvió
para sentenciar el partido y llevar la tranquilidad a un
Alfonso Murube que empezaba a ponerse nervioso.
A pesar de todo los de Miguel Rivera estuvieron cerca de
regresar al encuentro, al recoger Sergio Molina un balón en
largo, sortear a Lledó y ponérsela a un Bordi cuyo remate
defectuoso fue cortado por Sandro en tareas de cobertura.
Los nazaríes estaban negados de cara a la puerta contraria y
los blancos se encontraban cada vez más a gusto. Incluso
jugando con una línea de cinco defensas, al entrar Dani
Martino en lugar de Álvaro. Lo que se demostró cuando, a
poco del final, Javi Navarro hizo el tercero y definitivo al
aprovechar un pase de David Fas. Un marcador que se pudo
incrementar tras una acción individual de Elvis, al que le
robaron la cartera in extremis, o al habilitar el nigeriano
a Juanfran. Pero el marcador no se movería, reflejando un
tres a cero que no oculta las carencias de un equipo que
ayer tampoco transmitió buenas sensaciones.
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