Me estaba pensando presentarme al
concurso de los carteles anunciadores de la Navidad, cuando
me entero por la prensa que el pasado miércoles se cerró
emplazo de presentación. Para una vez que deseo participar
en algo, acudo cuando ya no tengo posibilidades. Con la
falta que me hacía poder ganar el primer premio, 600 euros y
la placa. De placa tengo una jartá pero, bueno, una más no
hace daño a la vista.
Me tenía una idea que plasmada en una pintura, con toda
seguridad, me iba a dar el primer premio. ¡Pedazo de idea
tenía pensada para el cartelito en cuestión!. Perdonen que
no les cuente mi idea del cartelito, porque me la voy a
reservar para el próximo año. No insistan, por favor, no
puede ser porque si la digo ya no la puedo presentar a
ningún concurso.
Bueno, ante sus insistencias, no voy a tener más remedio que
decirles algo sobre la idea que tenía para llevar a cabo el
cartel. Como pintar, lo que se dice pintar, no pinto nada de
nada ni en mí casa, pues había decidido recortar fotografías
de personajes, más bien personajillos de esta tierra y
ponerlos como pastores con sus borregos correspondientes.
Porque en mi idea borregos, lo que se dicen borregos,
también iban a haber, caminando en manada detrás de sus
correspondientes pastores. Qué es un buen pastor sin un
rebaño de borregos siguiéndole como perrito faldero y
lanzando balidos de alegría, cada vez que el pastor le tira
una miaja de pan duro. Un buen pastor, sin ese rebaño, no es
nada de nada.
Los pastores, no muchos, porque si pongo muchos me llenan el
cartel y no hay sitio para más. Además, con pocos me bastan.
Vamos, pensándolo bien con un sólo me viene que ni anillo al
dedo. ¿Para qué quiero más pastores?
El centro del cartel, sería una pandereta, rota por el
centro, donde aparecería la cabeza del buen pastor,
acompañado por todo su rebaño de borregos, cantando un
villancico. El villancico, podría ser el de “y beben y beben
los peces en el río”, pero está muy visto y no es nada
original. Sería mejor la letra de: “el que manda, manda y
todos a obedecer // no sea que se cabree y nos mande al paro
otra vez //.
La letra no es nada del otro mundo, pero es original. Las
cosas como son. Por supuesto que tengo la foto del buen
pastor ¡pedazote buen pastor!, y otra foto de una manada de
borregos con la boca abierta escuchando al buen pastor. Lo
que me va a valer para hacer creer que están cantando.
Tengo el nacimiento con el Niño, San José, la mula y el
buey. Lo que no tengo aún es una foto de la Virgen. Y es
que, hoy día, encontrar una virgen me va a costar trabajo.
Pero la encontraré, no tengan la menor duda.
Es sería la base principal de mí idea. Esa pandereta rota
por el centro, con el buen pastor asomando su cabeza,
acompañado de los borregos entonando el villancico, todos
ellos alrededor de la pandereta y en el centro el
nacimiento, no me digan qué no es una buena idea y premio
seguro. El personajillo que se crea identificado con el buen
pastor o con algún borrego, esto es como las películas “todo
parecido con la realidad es pura o mera coincidencia”.
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