El colegio Andrés Manjón ha sido uno de los centros más
denostados por una parte de la comunidad de padres en los
últimos años. Puede que al principio, en la pasada década,
con razón, pero ahora sin ella. Esta instalación ha pegado
un cambio radical desde que en 2001, como el resto de
colegios, sufriera la separación de la Secundaria. Desde
entonces las respectivas direcciones del Andrés Manjón han
trabajado por normalizar la situación de un centro que ahora
puede considerarse modélico, integrador y moderno.
Raju Shividasani, secretario del colegio y maestro allí
desde hace nueve años es uno de los testigos de la evolución
del Manjón. “Tenemos que admitir que desde antes de 1999
había una mala fama creada por las actuaciones de un
alumnado con dificultades. Eso fue así, pero ya no queda
nada de eso. A pesar de ello esta mala fama ha perdurado”.
Por aquella época eran frecuentes los expedientes
disciplinarios abiertos por la dirección a ciertos alumnos
problemáticos. Ahora no queda nada de eso. En parte por que
ya no hay estudiantes de secundaria. “No hemos abierto
ningún expediente disciplinario en los últimos dos años”,
reseñó el secretario del centro.
El profesorado, la dirección del centro, los programas
educativos y sobre todo el alumnado han variado en los
últimos cinco años. Uno de los elementos que más llamaba la
atención de parte de la comunidad de padres de Ceuta era la
elevada presencia de alumnos musulmanes en el Andrés Manjón.
Una circunstancia que hacía que muchos padres, se negaran a
que sus hijos fueran matriculados allí. El Andrés Manjón ha
llegado ha tener hasta un 98 por ciento de escolares
musulmanes, según reconoció Shividasani. Esta realidad ha
ido cambiando paulatinamente. Sin ir más lejos, este año en
Infantil de 3 años el porcentaje de cristianos es del 40 por
ciento.
La explicación a la realidad pasada y presente del centro
está en la evolución del entorno y, en cierta medida, la
labor de la comisión de escolarización de la Dirección
Provincial del Ministerio de Educación. “Antes nuestros
alumnos venían del Sarchal, del pasaje Recreo, de la calle
Sevilla y allí había una gran bolsa de población musulmana”,
precisó el secretario. Ahora se han levantado numerosos
edificios de viviendas aprovechando la magnífica ubicación
de la zona. Ello está propiciando que en cierto grado
lleguen alumnos cristianos a los primeros niveles del
colegio.
Shividasani aprovechó para destacar la labor de la comisión
de escolarización este año. “El MEPSYD está llevando ahora
con más eficacia el proceso de matriculación en los centros.
Nosotros lo hemos notado. Eso ha hecho que tengamos 26 y 26
en Infantil de 3 años y una presencia de cristianos del 40
por ciento. Eso hacía tiempo que no se había visto”,
aseguró.
Las nuevas tecnologías en el aula
La dirección del Andrés Manjón trata de hacer atractivo el
centro a ojos de los padres e incluso de los alumnos a
través de distintas vías. La implantación de las nuevas
tecnologías es una de ellas. Así, todas las aulas disponen
de un terminal informático conectado a internet a través de
una intranet docente y administrativa, según explicó el
secretario. Además, existe un aula con 24 ordenadores que no
se usa solamente para las clases de informática sino que los
profesores recurren mucho a ella en otras asignaturas.
La utilización de las nuevas tecnologías es una firme
apuesta que el profesorado se encarga de poner en práctica
con el alumnado. Emilio, profesor de Primaria, es un claro
ejemplo de estas prácticas. Según explica sus estudiantes
tienen total permiso para acudir al ordenador de la clase
para, en un momento dado, resolver alguna duda o acabar un
ejercicio. “Ellos se levantan sin necesidad de que tenga que
ordenárselo. Parte de su iniciativa”, reseñó.
Una de las claves del éxito del Andrés Manjón es, quizá, que
la estructuración de la instalación mantiene separados a los
alumnos de infantil con los de primaria. Los recreos, los
pasillos y las aulas son totalmente distantes, reconoció
María Luisa Abarca, directora del colegio. El riesgo de
incidentes disminuye sensiblemente.
La renovación continua del material, de las aulas y del
exterior del centro es una constante entre los planes de la
actual dirección del colegio. El proyecto más reciente es la
ampliación y mejora de la biblioteca. Como en muchos otros
centros esta nace del aprovechamiento de espacios comunes.
Varios técnicos están estos días instalando el mobiliario y
colocando libros. Así, en pocas fechas esta dependencia tan
importante para un colegio podrá abrir sus puertas por
completo. La novedad es que contará con cinco terminales
informáticos para la consulta de títulos y el acceso a
internet. La instalación, según explicó Abarca, abrirá de
8.30 a 19.00 horas de forma ininterrumpida.
La relación de los profesoras y profesoras con sus pupilos
es entrañable. La atención que tienen es máxima. Los más
pequeños toman su merienda de mediodía en clase, delante de
los tutores para comprobar que se alimentan bien. Luego
salen al recreo a jugar durante un buen rato.
El centro posee un servicio de comedor que puede albergar
hasta cien alumnos, todos ellos becados. Este funciona de
14.00 a 15.00 horas aproximadamente. Después, los escolares
se dirigen a su turno de tarde para el refuerzo o son
recogidos por sus padres.
Abarca se siente realmente orgullosa por el estado de los
pasillos y las aulas de su centro. “Llevan dos horas de
clase y ni un papel por el suelo. Los pasillos limpios, las
paredes decoradas”, explicó.
El Andrés Manjón no es el mismo colegio que era antes. Ha
cambiado desde este centro intentan que esta idea cale hondo
entre la comunidad de padres de la ciudad. “Nosotros
intentamos que los niños dejen de venir obligados como ha
venido ocurriendo y que realmente lleguen por que lo
quieran”, reconoció Shividasani. Las campañas informativas
han sido una herramienta fundamental para todo este proceso.
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