Melilla volvió a sufrir ayer los efectos de las inclemencias
meteorológicos después de que se recogieran al cierre de
esta Redacción más de 50 litros de agua por metro cuadrado
que provocaron inundaciones en varias zonas de la ciudad así
como en la frontera de Beni-Enzar, el derrumbe de al menos
dos techos en otras tantas viviendas y dos aviones que
tuvieron que dar la media vuelta por escasa visibilidad.
Además, las fuertes precipitaciones encendieron todas las
luces de alerta.
Dos aviones, uno procedente de Granada y otro de Málaga,
tuvieron que darse la media vuelta al ser imposible el
aterrizaje en el aeropuerto en Melilla debido al temporal,
que había dejado a la hora de terminar esta crónica más de
50 litros por metro cuadrado, lo que ha provocado la
inundación de varias zonas de la ciudad autónoma, según
informaron a MELILLA HOY fuentes del aeropuerto y de los
bomberos. Los dos aparatos, de la compañía Air Nostrum,
tuvieron que desistir en su intento de tomar tierra en el
aeropuerto melillense debido a la presencia de nubes baja en
la zona de entrada de los aviones, encima del mar, según las
citadas fuentes. En cambio, durante el resto de la jornada
sí que se pudieron realizar las conexiones aéreas con estas
dos ciudades así como con Madrid y Almería
Asimismo, los barcos de la compañía Acciona-Trasmediterránea
sí se han estado realizando sus trayectos con Málaga y
Almería en su conjunto a pesar de la marejada que se estaba
registrando.
El Servicio de Extinción de Incendios realizó hasta última
hora de la noche más de veinte salidas para atender
inundaciones en patios, cubiertas y filtraciones varias, así
como el derrumbe de un par de techos, en dos viviendas, en
uno de las cuales se produjeron dos heridos con cortes en
manos y pies, en concreto en una madre y una hija en el
barrio de "El Poblado" de Cabrerizas.
Además, los bomberos tuvieron que intervenir en un escape de
gas en una vivienda de la calle Gran Capitán -sin
consecuencias- y en dos accidentes de tráfico, uno en la
calle Ostra del barrio Real y otro en Avenida de Donantes de
Sangre junto al campo de la Espiguera, que se saldaron con
tres personas heridas, una de ellas embarazada, pero sin
mayores complicaciones.
Esta es la primera precipitación importante del mes de
noviembre después de que Melilla sufriera en octubre tres
inundaciones, la última el pasado 26 de octubre, donde el
Río de Oro, que cruza la ciudad, llegó a desbordarse. Ayer,
en cambio, el caudal ha sido absorbido por el mar porque las
precipitaciones se han prolongado desde las ocho de la
mañana y salvo en momentos concretos las lluvias fueron más
espaciadas.
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