He preferido pasar la tarde en
casa. El frío me dejó congelado nada más salir por el
portal, en una pretensión de agarrar el coche que estaba
aparcado enfrente mismo. Solo alcancé a quedarme con un pie
en el aire antes de pisar la acera. Foro de Arquitectura
suspendido. El calor de mi hogar no me lo quita nadie.
Bajo el estupendo calor que irradia la calefacción central
decido pasar las horas de la tarde repasando las páginas web
dedicadas de una u otra manera a Ceuta. Las hay para todos
los gustos, unas muy interesantes, otras interesantes, otras
no tanto, otras puras bazofias.
Lo que me llama la atención es el foro de una de ellas, que
lleva el nombre de nuestra ciudad como bandera. Un foro
cargado de energúmenos que se insultan de lo lindo unos a
otros escudados es sus Nicks.
Algunos foreros, por otra parte, utilizan fotos mías para
fardar de sabios y recibir pleitesía de ser muy elogiados
fotógrafos.
Lo que me causa, de verdad, risa es la cuadratura del
círculo en que se mueven, con una intransigencia a prueba de
bombas, clavados en el crucifijo de la fe católica,
apostólica y romana.
Si una forera, valiente ella, escribe un post aceptando la
decisión de un juez sobre la retirada de crucifijos…, no
vean las respuestas que recibe. Cargadas de palabras como
mierdas que corren por la bajante. No entiendo cómo el
responsable de esos foros permite tamaños insultos.
En estos tiempos que corren, un crucifijo no es más que el
conjunto de dos palos unidos con cierto arte y con una
figura esculpida en cualquier material a semejanza e imagen
de Jesucristo, como si todo el mundo supiera cómo fue
físicamente. Si de verdad supieran como era Jesús de
Nazareth… a más de uno o una le daría el soponcio. Pero
tranquilos, el Vaticano vela para que sigamos viéndolo como
el Supermán de todos los tiempos. Alto, uno ochenta, guapo
con ojos azules y de cabellos castaños sin llegar a rubio,
atlético y con músculos de acero (esto último puede ser
verdad si aguantó tantas horas en la cruz), que sigue
volando por los cielos en espera del Juicio Final.
Bueno, para esos sesos cocidos les diré que los colegios
públicos no son capillas, ni nada parecido. Otra cosa serían
los colegios privados, más aún cuando los regentan
religiosos.
Si la política democrática de nuestro país confiere que éste
sea aconfesional, no está de más que aplicar el remedio a
nosotros mismos para después tener base y aplicarlo a las
demás confesiones. ¿Es que no habéis caído?
Vosotros mismos proclamáis que no aceptáis el velo en las
escuelas laicas y el crucifijo sí. O bien dejáis que el
Gobierno acepte se implanten todos los símbolos de todas las
religiones en las paredes de las escuelas publicas o
absolutamente ninguno.
Sería curioso ver en las escuelas crucifijos mezclados con
Budas, la Estrella de David o el candelabro de siete brazos,
Krisna con bombo y platillos, etc. (los musulmanes no tienen
imágenes, por lo que sacrifican a sus mujeres imponiendo el
velo, porque la verdad no he visto ningún alumno con
turbante).
Si yo les contara el daño que puede hacer el Cristo con su
cruz, muchos de vosotros montarían un cristo de esos de ahí
te espero. Sin ir más lejos, pregunto… ¿a cuento de qué
ponían la cruz, con o sin Cristo incluido, en la cabecera
del tálamo nupcial? ¿Un “voyeur” tan, tan, tan religioso? No
digamos si llega a desprenderse del clavo, casos han
ocurrido, a causa de las vibraciones que los fogosos esposos
imprimen a la cama. Más de uno o una resultaría con el
cráneo abierto, dependiendo de quién se encuentre arriba o
abajo. ¿O acaso es un centinela para que no den marcha atrás
e incrementen la natalidad? Aclarármelo por favor. Lo que de
verdad no entiendo es cómo se atreven a hacer el amor con
semejante espectador mirando todo el rato. No creo que el
Cristo mueva la cabeza hacia arriba ni siquiera para
suspirar. Después de esto, no me extrañaría que ahora
cambiaran al Cristo por otro mirando arriba y diciendo
“Padre mío, perdónalos porque no saben lo que hacen en el
tálamo”.
Existe la Casa de Dios ¿no?, que entendemos por Iglesia…
pues, eso, dejad al Cristo en su casa como al César en La
Moncloa y no mezclemos Moisés con San Pedro en la misma
cazuela. Buenos católicos son esos que insultan
groseramente… quedan tan panchos cuando confiesan y
comulgan.
|