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OPINIÓN - SÁBADO, 29 DE NOVIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / EL OASIS

El más inteligente de Ceuta
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Vengo observando que Mohamed Alí e Inmaculada Ramírez hacen una oposición discontinúa. O sea que hay rachas en las cuales denuncian a porrillo actuaciones del Gobierno de la Ciudad y otras en las que ambos parecen que se han marchado de vacaciones al Caribe –lo cual es ya tan habitual como antes veranear en la playa de la Victoria gaditana- y han dejado de estar, por tanto, en su sitio de trabajo como fiscalizadores del grupo presidido por Juan Vivas.

Menos mal que Juan Luis Aróstegui no se toma esas licencias. Y, aunque es un político sin representación parlamentaria, lleva ya muchos años convencido de que sus insistentes denuncias van minando el crédito de Juan Vivas a quien considera, lo he dicho ya muchas veces, un advenedizo de la política y alguien falto de los atributos que el sindicalista se atribuye y piensa que son imprescindibles para gobernar bien. De modo que jamás se toma un respiro en su férrea tarea de vigilancia.

Cuando se me pregunta, no pocas veces y por bastantes lectores, por qué le dedico tanto este espacio al fundador de ese partido perdedor que es el PSPC o lo contrario, por qué he dejado de referirme a él, siempre respondo lo mismo: porque el afán de protagonismo de Juan Luis lo ha convertido en la persona idónea para que podamos ganarnos la vida quienes escribimos en los periódicos.

Por ello es cierto que a veces procuro hacerme a la idea de que el secretario general de CCOO no existe; no vaya a ser que por aprovecharme de las circunstancias termine quemando al personaje o aburriendo al personal. De ahí que mis lectores, los más observadores, se hubieran percatado de que llevaba ya muchos días sin decir ni pío del hombre que tiene un concepto de sí mismo más elevado que el mismísimo Everest.

Y como yo no viajo al Caribe, y presumo también de ser más regular en mi tarea que lo era incluso Di Stéfano cuando jugaba, ayer aproveché la ocasión para pedirle a Mabel Deu que el Alfonso Murube pasara a llamarse Juan Luis Aróstegui. Debido al gran amor (!) que éste viene demostrando por el primer equipo de la ciudad. Del cual dice, cuando juega al fútbol sala en su tiempo de ocio, que día llegará en que él vuelva estar revestido de poder y lo primero que hará es acabar con la Asociación Deportiva Ceuta. He aquí, sin duda, la prioridad política de quien un día me confesó en una entrevista que es la persona más inteligente de esta ciudad. Se le nota a la legua que piensa más que nadie y mejor que nadie.

Pero su bien pensar, qué otra cosa es si no la inteligencia, no le ha valido todavía para pedir las cuentas de la Federación de Fútbol de Ceuta ( verdad es que tampoco se han atrevido a ello ni Inmaculada ni Alí, cuando no están sesteando); tal vez porque en el periódico donde escribe sus ‘dardos’ le han prohibido a Aróstegui que meta la nariz en los dineros que como subvención recibe el organismo federativo por parte de la Ciudad.

Sí, ya sé que ahora me tacharán ustedes, y con razón, de pesado por volver a denunciar una contabilidad federativa que necesita luz, mucha luz, para que el recién elegido presidente no sea visto como un continuador de labores oscuras y trapicheos inconfesables. Pero es que uno sigue sin entender la postura, en este caso, de la oposición ni tampoco la de Aróstegui: el más inteligente de Ceuta.
 

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